El pasado septiembre del 2015, Juan Guerrero notaba que tenía que ceder el testigo. Después de 30 años presidiendo el CD Cuarte sintió que era hora de dejarlo. "Hace unos meses ya le dije a la gente del club que no iba a seguir, estaba cansado después de muchos años".

Guerrero comenzó jugando a fútbol en el Cuarte y a los 30 años de edad decidió ser presidente. Era consciente de que iba a estar bastante tiempo al frente del club, pero no se imaginaba que iba a pasar tres décadas responsabilizándose del equipo de su vida: "Cuando empecé lo hice con mucha ilusión y hasta aquí he llegado".

El ya expresidente del Cuarte recuerda con abundante nostalgia todos los momentos que ha vivido en su etapa como máximo mandatario: "He pasado muy buenos ratos; como por ejemplo al acompañar al equipo cuando jugaba fuera o la inauguración hace pocos años del nuevo estadio".

Ahora es el turno de Manuel Zapater y su equipo. Su hijo juega en las categorías inferiores del Cuarte y, junto a otros miembros del club, sintió que era la oportunidad de dar un paso adelante para realizar un nuevo proyecto en la entidad. "Te lo empiezas tomando medio en serio y medio en broma hasta que decidimos dar un paso adelante", comenta Zapater. El nuevo presidente ha entrado pisando fuerte y con muchas ganas de empezar el nuevo proyecto que tiene en mente. Lo más inmediato es dejarse la piel para que el primer equipo no pierda la categoría, ya que ocupa la penúltima plaza de la Tercera División. "Lo que más nos preocupa es haber cogido al equipo en posición de descenso y el principal objetivo es trabajar para ver si podemos mantenernos en Tercera", explica el propio Zapater.

La salvación de la primera plantilla es el objetivo más inmediato. Pero, a largo plazo, el principal reto que se ha marcado la nueva directiva es el desarrollo y el fomento de las categorías inferiores del Cuarte, sobre todo teniendo en cuenta que el propio pueblo ha pasado en los últimos años de los 3.500 habitantes censados a los 15.000. "Hay una hornada muy buena de jugadores y a la vez tenemos una gran cantidad de niños. Debemos trabajar la base para que en el futuro la gente no se vaya y se quede aportando todo lo que pueda".

Y la tercera pata que sustenta esta nueva era en el Cuarte es la educación y el comportamiento cívico de todos los miembros del club. Es una cuestión que preocupa mucho a Guerrero: "Nos parece que es un tema importante, por eso hemos creado un comité para que eduque a toda la gente que forma parte del Cuarte". Al nuevo presidente le preocupa en demasía este asunto. "No entiendo a la gente que insulta en los campos, yo no quiero energúmenos, sino gente cívica", apostilla. Además, añade que a los clubs aragoneses les queda "mucho por hacer".

El principal ejemplo que tiene Zapater para esta etapa es a su antecesor: "Juan ha sido y es el alma de nuestro club, es el que ha promocionado al Cuarte y siempre estaba disponible para todo". La nueva directiva cuenta con su aval. "El futuro del club tiene muy buena pinta. Ha entrado gente joven, que tiene muchas ganas de hacer cosas y que sabe más que yo, con que seguro que lo hacen bien", sentencia Guerrero dejando atrás 30 años de servicio.