La deriva que está tomando el CAI Zaragoza en las últimas semanas, especialmente con las dos sonrojantes derrotas encajadas ante Laboral Kutxa y Barcelona, puede tener consecuencias para el futuro. El de la entidad, ya que ahora mismo está en serio peligro la clasificación europea y eso condiciona el presupuesto y el mercado de fichajes, pero también para los protagonistas, para jugadores y cuerpo técnico. Hasta el punto de que el club aragonés se plantea incluso rescindir alguno de los contratos que tiene en vigor para el próximo curso. En esa situación se encuentran Pedro Llompart y Pere Tomás.

La situación contractual de la plantilla permite a la entidad mayor libertad que en anteriores temporadas en la planificación de su propio futuro. La gran mayoría de jugadores terminan contrato con el CAI en junio, dos tienen la opción de renovarlo (Jelovac, que no parece que vaya a quedarse, y Robinson) y solo dos tienen una campaña ya firmada con la entidad. Son Pedro Llompart y Pere Tomás, dos de los más veteranos del equipo. El base llegó al CAI en el 2012 y el alero, en el 2013 y la temporada que viene deberían cumplir el último de los tres años que firmaron en su momento. Su salida obligaría al club a indemnizar al jugador, en cualquiera de los dos casos. Cuestionado sobre su futuro la semana pasada, Llompart contestó con un enigmático "la última palabra nunca la tiene el jugador".

Lo que suceda en estos últimos cuatro partidos de Liga Endesa, no solo en cuanto a resultados sino, fundamentalmente, en lo que respecta a la imagen que ofrezca el equipo, será clave para que el CAI Zaragoza tome las decisiones definitivas sobre su futuro inmediato. El equipo todavía conserva opciones de clasificarse para el playoff pero ya no puede fallar más y, salvo que llegue ya sin posibilidades, el partido clave será el penúltimo en la pista del Gran Canaria, su rival directo. Más que alcanzar ese objetivo, el CAI pretende que el equipo no dé la imagen de desidia y abandono que ha ofrecido en las dos últimas jorndas, en las que ha cosechado dos de sus peores resultados en la Liga ACB. Ante el Barça la diferencia fue de 36 puntos, la segunda peor después de los 38 del primer partido del playoff ante el Valencia.