Dos puntos de nueve posibles, con los empates en Soria y en Huesca y la derrota en casa frente al Nástic, cuando el Zaragoza tenía ante sí la opción de lograr un billete directo a Primera sin esperar a la lotería de la promoción han convertido el duelo ante el Oviedo de mañana (20.00 h.) en un Todo o nada para, una vez que el ascenso directo ya es imposible, amarrar la promoción que ahora mismo posee el equipo, ya que es sexto y que cerrará la Liga en Palamós ante un Llagostera que tiene muchas opciones de estar descendido a Segunda B en esa cita.

Pero el Zaragoza, que ha fallado en otros momentos claves del curso, no lo puede hacer mañana. Si gana puede asegurar matemáticamente el playoff y si pierde o empata llegaría a Palamós pudiendo depender de los resultados de otros, mal asunto cuando hay tanto en juego. En concreto, la única vía que queda para retornar a Primera, un ascenso casi obligado por la vertiente económica. En Segunda, se ha dicho de sobra ya, el panorama es duro y sombrío. El Zaragoza, el curso pasado, agarró la promoción en la última jornada en Butarque, dependía de sí mismo y falló al empatar, pero tampoco ganó la Ponferradina. Después, eliminó al Girona y cayó en la final de la promoción frente a la UD Las Palmas.

Osasuna (61 puntos), Alcorcón (61), Zaragoza (61), Cordoba (61), Girona (60) y Oviedo (59) se disputan las tres plazas de playoff que están en el aire, porque entre Alavés, Leganés y Nástic ascienden dos y el otro promocionará, mientras que el Elche (56 puntos) anda ya demasiado lejos. Seis equipos en solo dos puntos de diferencia y dos jornadas por jugar dan para infinidad de combinaciones, teniendo en cuenta que hay tres duelos directos, mañana el Zaragoza-Oviedo y el Girona-Alcorcón y, en la última fecha, un Oviedo-Osasuna.

BUENA ENTRADA La jornada de mañana para los rivales directos del Zaragoza se completa con la visita del Córdoba a un Mallorca que lucha por la salvación y con el Osasuna que recibe a un Huesca al que le falta un pasito para continuar en Segunda. Y, dada la igualdad que hay, el goalaverage particular pasa a ser primordial. El Zaragoza se lo tiene ganado al Córdoba (0-1 en La Romareda y 0-2 en El Arcángel) y al Alcorcón (1-0 en Santo Domingo y 3-1 en el feudo zaragocista). Mientras, lo tiene perdido con el Osasuna, que ganó (0-1) en el terreno blanquillo y hubo tablas en El Sadar (1-1), y con el Girona (0-0 en Montilivi y 0-3 aquí). Queda por cerrar mañana el del Oviedo, que se impuso a los zaragocistas en el Tartiere por la mínima (1-0).

La Romareda seguro que tendrá buena entrada por los más de 5.000 packs de localidades que se vendieron para el Nástic, donde hubo unos 24.000 espectadores, y para el Oviedo, por lo que el apoyo de la grada está asegurado, si bien el partido en Huesca ha dejado muy frío al zaragocismo. En ese marco, el equipo necesita de forma imperiosa recuperar la senda de la victoria ante un Oviedo también en crisis y que llega con un solo triunfo en los cuatro últimos encuentros. Si vuelve a encontrarse el Zaragoza con la sonrisa del triunfo daría un paso de gigante para meterse en promoción y es obvio que en esas plazas le interesa quedar lo más arriba posible, como máximo cuarto sería, tanto por el reparto de TV futuro, como sobre todo por jugar la vuelta de la primera eliminatoria de promoción ante su gente.

Esa victoria zaragocista alejaría al Oviedo de forma definitiva y hasta podría suponer sellar el playoff de forma matemática sin esperar a Palamós. Para ello tendrían que perder el Córdoba en Mallorca y el Girona en casa con el Alcorcón, un duelo directo donde también interesa el empate por el lado zaragocista si no se da la derrota gerundense.

Ningún resultado mañana le deja al Zaragoza fuera de la promoción ya de forma matemática, por lo que irá vivo en esa lucha a Palamós. Eso sí, el empate supone bastantes posibilidades de que salga de la zona de promoción, por lo que no dependería de sí mismo en la última jornada. Mientras, la derrota sería dramática, ya que el Oviedo sobrepasaría seguro a los zaragocistas, que podrían terminar la jornada novenos, en la peor de las combinaciones, y pendientes de una carambola final y de muchos fallos de los rivales en la última jornada.

Ese epílogo liguero que se juega el sábado 4 de junio tiene al Zaragoza en Palamós para visitar al Llagostera (20.30), mientras que el Osasuna juega en Oviedo en un duelo ahora mismo directo, quizá ya no a partir del lunes si los asturianos se caen de la lucha, el Córdoba recibe a un Almería necesitado o ya descendido, el Girona acude al campo de una Ponferradina que también apunta a necesitar los puntos para salvarse, mientras que el Alcorcón tiene el compromiso más fácil en teoría, en casa ante un Elche que, salvo sorpresa gigantesca, no se jugaría nada.