Todos contra Chris Froome. Todos, sin excepción. El Katusha pensando en Ilnur Zakarin, el Astana más en Miguel Ángel López que en Fabio Aru, el Quick Step, en David de la Cruz, que al final cedió y Vincenzo Nibali, al igual que Alberto Contador, que continúa la remontada, creyendo en ellos mismos. Todos contra Froome. Y Froome puede con todos porque cuando le falla Mikel Nieve, como este sábado subiendo a La Pandera, encuentra el apoyo y el ritmo frenético de Wout Poels. Ni pueden con él, ni tampoco con su equipo.

A ritmo de Froome

La Vuelta 2017 avanza al ritmo de Froome, tras una etapa ganada por el polaco Rafal Majka, un ciclista que tendría las máximas estrellas en la catalogación de escalador. Jaén recibió a los ciclistas y presentó sus credenciales con una cuesta que quitaba el hipo en Valdepeñas, de Jaén, por supuesto, y en La Pandera, donde solo Nibali arañó unos pocos segundos al incuestionable Froome.

Atención especial a la etapa de este domingo, llegada a Sierra Nevada, de corto kilometraje y de las que están llamadas a mantener la atención desde el kilómetro cero. Y atención también al desgaste tras la dureza de Jaén.