La Liga de Clubs del Fútbol Griego (conocida como la Superliga) anunció ayer la suspensión por tres años con la correspondiente prohibición de entrar a los estadios de fútbol al presidente del PAOK Salónica, Ivan Savvidis, por haber invadido el terreno de juego con un arma en el cinturón durante el partido jugado contra el AEK el pasado 11 de marzo. Su imagen con la pistola dio la vuelta al mundo.

El dirigente también ha sido multado con 100.000 euros por la acción, mientras que el PAOK ha sido castigado con la pérdida de tres puntos en la clasificación, lo que le ha llevado a descender hasta la tercera plaza del campeonato. El club, asimismo, tiene que pagar ahora una multa de 63.000 euros por el incidente. Savvidis es un millonario hombre de negocios de origen ruso que llegó a la presidencia del PAOK. Al margen de las sanciones de tipo deportivo, el dirigente también deberá responder ante la Justicia de Grecia por el altercado.

Por su parte, el presidente del comité de la FIFA para supervisar la Federación Griega de Fútbol, Herbert Huebel, ha recomendado la expulsión de los clubs griegos y sus selecciones nacionales de las competiciones internacionales. «La situación actual no permite a la Federación Griega garantizar el buen funcionamiento de las competiciones nacionales», explica Huebel en su informe a la FIFA, aunque por el momento el temido Grexit no es más que una posibilidad, ya que el Comité de la FIFA no será hasta mayo o junio.