Luis Suárez se sentó en el banquillo, Leo Messi fue sustituido y Neymar descansará por segunda vez, forzado por una sanción, el martes ante el Atlético en la Copa. Al tridente le llegó el momento de sentarse un rato tras el frenético inicio de año en el que había disputado todos los partidos.

No es frecuente, ni mucho menos, aunque Luis Enrique ya les ha sustituido más veces en siete meses que en toda la temporada pasada. Retirar a Messi sin que mediara lesión, por ejemplo, solo tenía un precedente: el 21 de octubre del 2014 ante el Ajax. El astro ha sido suplente un par de veces por temporada, pero siempre acabó jugando para arreglar algún desaguisado. El único partido que no había completado este ejercicio fue ante el Atlético y sucedió porque se produjo una rotura en el aductor derecho.

Suárez y Neymar, en cambio, han sido relevados con más frecuencia: cuatro el brasileño y seis el uruguayo. La excepción fue con el Granada (1-0) y con Messi lesionado. Los dos se reunieron en el banquillo contra el Alavés, antes del inminente debut en la Champions, pero aparecieron para tratar de ganar un partido que se perdió. Leo no ha vuelto a sentarse desde entonces.

Lleva 31 goles en 30 partidos. Ningún síntoma de flaqueza muestra el futbolista que mejor sabe dosificarse. Los números amparan al técnico para mantener a las estrellas en el campo. El grado de dependencia es elocuente. El Barça es el primero de los grandes clubs europeos que alcanza los cien goles esta temporada. Entre Messi (31), Suárez (22) y Neymar (9) suman 62 goles. Arda Turan, que será el sustituto del brasileño, es más eficaz que él con 13 tantos. Por detrás, cerca, andan el Madrid (98) y el Mónaco (97); el Arsenal (83).

Por otra parte, Rafinha sufre una fractura en la nariz y podría jugar con un máscara.