Turquía se erige como un obstáculo muy complicado para España en el camino hacia las medallas del Eurobasket (17.45 horas, Cuatro). No podía ser más exigente el primer partido a vida o muerte para la selección en octavos, sobre todo después de la impecable primera fase del combinado español. Ni más temible el rival por su condición de anfitrión en el Sinan Erdem Arena, un pabellón con capacidad para 14.000 espectadores, que arropará al cuadro otomano, igual que lo hizo con el Fenerbahçe en la última final four, cuando se proclamó campeón de Europa.

Tanto los jugadores como Sergio Scariolo son conscientes de que el factor ambiental puede equilibrar la eliminatoria, en la que España, a priori, es superior, hasta el punto de que el técnico reconoció que ese es uno de los aspectos que van a tener en cuenta en la preparación del partido.

«Si jugarámos en un campo neutral estaría menos preocupado», admite el técnico italiano, que pone énfasis en que el partido puede tener fases de equilibrio y que el púbico puede jugar su papel, pero también está convencido el vestuario español de que, más que nunca, depende de sus propias fuerzas.

EL FACTOR ARBITRAL

«Hay que tener la cabeza muy fría y las manos firmes en el volante si Turquía encadena momentos calientes o los árbitros toman decisiones que no nos gustan», afirmó Scariolo, que luego se refirió a la solidez mental que debe mostrar su equipo en este tipo de circunstancias. «Estas cosas influyen en cuanto jugadores y árbitros se dejan influir, pero tenemos que aislarnos de eso». En esa situación de máxima presión, Scariolo asume también que el liderazgo mostrado por Pau Gasol en la primera semana de torneo supone una garantía. «Pau es un líder de momentos de presión y dificultad. Mantiene el justo equilibrio entre la excitación de vivir un partido de estas características y el control de la emotividad sin el que es imposible jugar»

El pívot de los Spurs, que ha mantenido el liderazgo del equipo (máximo anotador con 16,8 puntos y reboteador, 8,8 de la selección) sin desgastarse (22 minutos de media) considera que se trata de un encuentro en el que España no podrá hacer ni una concesión. «Juegan en casa. La gente les va a dar mucha energía. Así que debemos jugar concentrados». El nuevo seleccionador turco, Ufuk Sarica, ha apostado por los jóvenes (Osman, Kosal, Aldemir, Sipahi, Mahmutoglu) intentando recuperar las huellas del equipo que quedó subcampeón del mundo en el 2010.