La Navidad ha sido en los últimos tiempos fuente de desasosiegos para el Zaragoza, que desde que retornó a la élite ha llegado a la época de los turrones en una situación delicada, por no decir que se asomaba con mirada firme al abismo. Eso, como mínimo, ya ha cambiado en esta temporada, donde arriba al parón con 22 puntos y una ventaja de siete con el descenso tras ganar en Bilbao. Desde la 06-07 no tenía tanta distancia. Entonces estaba en zona europea --acabaría en la UEFA-- y tenía nada menos que un colchón de 13 puntos con los puestos con billete a Segunda.

El curso pasado el Zaragoza llegó a Navidad colista con 10 puntos y a cinco de la permanencia tras caer en Bilbao. Unos días después, el 29 de diciembre, se marcharía Aguirre, llegaría Jiménez y también Arenere y sus consejeros, aunque éstos solo duraron poco más de una semana.

En la 10-11 y ya con Aguirre tras relevar a Gay, el equipo llegó colista al parón, con diez puntos y a tres del Almería, que marcaba la salvación. En la 09-10, con Gay en el banquillo tras haber relevado a Marcelino en la jornada anterior, el Zaragoza era penúltimo, tenía 12 puntos y estaba a uno de la permanencia, pero tras un bochorno en el Bernabéu (6-0).

En la 07-08, el Zaragoza tenía un punto menos que ahora, estaba fuera del descenso, pero solo tenía tres de renta. Víctor aguantaría dos jornadas más y el equipo bajó al final.