Cinco vigilantes de seguridad privada fueron heridos por ultras del Olympique de Marsella ayer durante la primera parte del encuentro entre el Athletic y el equipo francés, que se impuso por 1-2 y se clasificó para los cuartos de final de la Liga Europa. Uno de los vigilantes sufrió un corte en el cuello cuando trabajaba en las cercanías de la puerta 21 del estadio de San Mamés, y fue evacuado en ambulancia hasta el cercano hospital de Basurto, mientras dos grupos de antidisturbios de la Ertzaintza cargaban en la puerta 20.

Otro vigilante sufrió numerosos golpes, y presentaba una herida en una mano por la que, posteriormente, también fue llevado al hospital. Los ertzainas detuvieron a un hooligan del Olympique como presunto autor de la primera agresión, valiéndose para identificarle de las cámaras instaladas en el estadio.

Según las fuentes policiales, el vigilante herido de más consideración sufrió su corte en el cuello con una trabilla metálica del cinturón de su agresor. Otros tres vigilantes de la seguridad privada del estadio resultaron también heridos, pero no precisaron el traslado al hospital.

Cuando faltaba una hora para el comienzo del encuentro, la Ertzaintza había incautado entre los ultras galos: cinco navajas, diez bastones metálicos de diversa consistencia, una bolsa de pelotas de golf (suelen arrojarlas con una suerte de tirachinas) y numerosas bengalas y material pirotécnico.

La ciudad recibió al Marsella aún traumatizada por el fallecimiento, el pasado día 22 de febrero, del ertzaina Inocencio Alonso, quien sufrió un paro cardiorespiratorio en plena batalla campal entre seguidores violentos del Athletic y del Spartak de Moscú.

Ya dentro de San Mamés, el Olympique se mostró muy superior al Athletic y se llevó de nuevo el triunfo después del 3-1 de la ida y, por tanto, la eliminatoria. Quien no pasó apuros fue el Atlético de Madrid, que goleó al Lokomotiv de Moscú en la vuelta por 1-5 y ya está en los cuartos de final de la Liga Europa