Un gol inesperado de Samuel Umtiti, otro más lógico de Antoine Griezmann de penalti y un gran tanto de Ousmane Dembélé sellaron una prestigiosa victoria de Francia frente a Italia en el penúltimo amistoso de los galos antes del inicio del Mundial. Contra una selección en plena reconstrucción, que no estará en Rusia, Francia dio una imagen sólida pero dejó entrever lagunas, sobre todo en el eje defensivo.

Tras haber dado oportunidades a los poco habituales el pasado lunes contra Irlanda, Didier Deschamps apostó por un equipo muy parecido al que jugará el Mundial, con Griezmann y Kylian Mbappé como líderes del ataque, Kanté capo del centro del campo y Umtiti rey de la defensa, a la espera de Raphael Varane. A ellos se unieron jugadores que, en algunos casos, no tienen el puesto asegurado y deben aprovechar estos duelos para reivindicarse.

Segundo tanto de Umtiti

Es el caso de Ousmane Dembelé, que estuvo rápido, decisivo y algo impreciso en el último gesto, hasta que cuando el partido decaía superada la hora de juego, se inventó un tanto de bella factura que le otorga opciones de titularidad. Fue el broche a un partido que Francia dominó, sobre todo en el primer tiempo, pero que Italia, fiel a su estilo, supo mantener vivo gracias a un oportunista gol de Bonucci.

Samuel Umtiti sumó su segundo gol con la selección de Francia. El primero lo había convertido el 13 de junio del 2017, en la victoria por 3-2 sobre Inglaterra.

Se habían adelantado los galos con un tanto de Umtiti a los 8 minutos, aprovechando un desajuste defensivo de la Italia que Roberto Mancini trata de sacar de cuidados intensivos. Los 'azzurri' no se encontraba y Francia campaba a sus anchas, con continuas internadas de Dembelé, jugadas osadas de Mbappé, un tiro al palo de Kanté e incorporaciones de Lucas Hernandez.

Gran acción de Dembélé

En una de esas, a punto de cumplirse la media hora, el lateral del Atlético de Madrid fue trastabillado por Mandragora en el área. El árbitro pitó penalti, confirmado por la asistencia de vídeo y Griezmann lo convirtió en su vigésimo tanto internacional. En el 36, Leonardo Bonucci aprovechó un mal despeje de Lloris a una falta lanzada por Mario Balotelli -que regresaba al estadio de Niza donde ha militado y al once de salida de Italia- para acortar distancias.

Tras una gran jugada de Dembelé, que estrelló el balón en el larguero en el 47, Italia se estiró en el segundo periodo y se sacudió el dominio francés, lo que relegó a los locales a aprovechar ocasiones individuales. Estas llegaron sobre todo de las botas de Griezmann, Mbappé -que de nuevo se marchó sin marcar pese a crearse buenas ocasiones- y del propio Dembelé, que acabó marcando el tercero a los 64 minutos.