El homenaje a Fernando Cáceres ya tenía día (el próximo miércoles día 13), hora (20.30) y lugar (La Romareda). Faltaba la presentación oficial, sobre todo la confirmación de que el Zaragoza quiere poner el alma en el homenaje a uno de los héroes de París. Ayer lo hizo, en un sencillo pero emotivo acto en el palco del estadio zaragozano. Allí se citaron los máximos representantes del deporte aragonés y algunas de las caras más reconocibles del zaragocismo. Sobre todo Víctor Fernández, entrenador en el Parque de los Príncipes, que resumió con certeza las virtudes del argentino como futbolista y su significado para el zaragocismo.

El homenaje a Cáceres no es cualquier cosa. Se trata de un tipo que cayó de pie en el Zaragoza y que vivió los mejores momentos de la historia del club en los menos de tres años que vistió la camiseta blanquilla. Fue un guerrero, un comandante, un futbolista intachable al que no se le encontró reproche. "Quizá por eso me quiere tanto la gente de Zaragoza, porque nunca creé ningún problema", dice Cáceres, que aún no sabe el día concreto de su aterrizaje en España. "En principio, la idea es salir de Buenos Aires el domingo, con lo que el lunes estaría en Zaragoza. Pero igual llego el martes, no tenemos los billetes cerrados aún", explicó ayer desde su domicilio en Argentina el exfutbolista, impaciente por viajar y conocedor de que había sido presentado el partido homenaje.

En La Romareda, con el palco bien nutrido de personajes, el primer mensaje fue directo: "Nuestro objetivo es llenar La Romareda". Lo dijo Jordi Bruixola, director de comunicación del club aragonés y encargado ayer de poner la pausa y la introducción a un acto en el que estuvieron algunos compañeros de Cáceres en su etapa como zaragocista, jugadores del primer equipo actual, el técnico Paco Herrera, representantes políticos y empresariales, amigos... Entre todos conformaron una amalgama de solicitada notabilidad.

CASI TODOS A DISPOSICIÓN

Jesús García Pitarch afirmó, de entrada, que este partido fue una de las primeras cosas que le encargó el máximo accionista. "Yo tuve conocimiento de esta idea por Agapito Iglesias, en una de nuestras primeras conversaciones en junio. Entonces me dijo que tenía que organizar el homenaje a Cáceres". Así lo explicó el director general, que repartió agradecimientos entre las múltiples firmas que patrocinarán el encuentro y que, si bien no adelantó qué futbolistas participarán en el partido del día 13, aseguró que se había puesto en contacto con todos los clubs de la LFP. "Casi todos nos han puesto a disposición a sus jugadores".

El tercero en intervenir fue Víctor Fernández. No estaba previsto, explicaron, pero supo interpretar en palabras lo que supone este homenaje a Cáceres. "Era un símbolo de fuerza, de vitalidad, de energía, de ambición. No era el más rápido ni el más técnico en el campo, pero sí era el más competitivo. Creo que eso es lo que le ha permitido seguir luchando para salir de este trance". Se refería Víctor Fernández, por supuesto, al asalto que sufrió en noviembre del 2009, cuando recibió un balazo en la cabeza que lo mantuvo cerca de la muerte durante algunos días.

Ahora, aunque con secuelas físicas visibles, el Negro se recupera con un costoso tratamiento al que se le ayudará con este encuentro. Las entradas para presenciar el choque entre el Zaragoza y el equipo 'Amigos de Cáceres' costarán 5 euros y la recaudación estará íntegramente dedicada a sufragar los gastos que tiene su tratamiento.

El objetivo, al final como al principio, es ver La Romareda repleta. "Estamos pasando por unos momentos de dificultad a todos los niveles y no sé si seremos capaces de llenar el estadio, pero esperemos que reviente de lealtad y fidelidad hacia un jugador que lo necesita", dijo Víctor, que lo dirigió también en el Celta. "Representa mucho en mi trayectoria personal, en su apogeo como futbolista. Esta es una oportunidad para que el zaragocismo le devuelva todos esos momentos de alegría que nos dio".

Por eso el técnico no tardó "ni un segundo" en aceptar. Poco más le costó al delegado de la Caixa en Aragón. "En 30 segundos dijo sí", contó Pitarch. "No podíamos ser ajenos a esto", respondió Raúl Marqueta.