Los barrancos de Guara son conocidos en todo el mundo. Alcanadre, Mascún, Vero o Formiga son los grandes nombres de los ríos por los que descienden en verano los amantes de la aventura. Pero el Alto Aragón tiene otros territorios menos frecuentados, aunque de una enorme belleza. El madrileño Iván Rodríguez-Torices lleva viviendo en el Valle de Benasque 12 años. Trabajó de guía de montaña para Milorcha y Barrabés hasta que se hizo autónomo, creando Trytón. Su experiencia en el descenso de barrancos le ha llevado a escribir una guía inédita. Se titula Valle de Benasque. Descenso de barrancos. Ha sido editado por Desnivel esta primavera.

Es el primer libro que escribe este guía de montaña. Rodríguez ha buscado rellenar una laguna sobre los barrancos en Aragón. "La información más completa sobre los barrancos era muy antigua, de los años 90 y estaba un poco desfasada. En las guías se encontraban tan solo los cuatro o cinco barrancos clásicos del valle como son Barbaruens, Eriste, Literola y Liri", apunta.

El confección del libro ha sido muy laboriosa y se ha prolongado durante ocho años. "El trabajo de campo es lo que más tiempo me ha llevado. La comencé en el 2006. Luego he estado tres meses delante del ordenador. El trabajo duro ha sido realizar el centenar de croquis digitales", dice.

La editorial

Rodríguez quiso autoeditar la guía, pero al final ofreció el trabajo a Desnivel. "La inversión en imprenta se escapaba de mi presupuesto. No encontré financiación, me puse en contacto con Desnivel y le interesó la guía". Contiene 36 barrancos y se inicia con una introducción de la fauna, la flora y la geología del territorio. Lo han escrito María Gaibar y José Antonio Ortega. "La guía se estructura en tres zonas. La zona alta es la de Benasque hasta Eriste. La media se ubica en Castejón de Sos y después queda el valle de Barbaruens", dice.

En la parte más septentrional, los barrancos más importantes son los de Literola, Eriste, Sacs y Rinero. En la zona de Castejón los más conocidos son los de Liri y el Barranco Chico. "Hay uno no muy conocido, pero que es muy bello, el de Llisac. Está cerca del Puerto de Sahún". En la sierra de Cotiella está el barranco de Barbaruens. "Es de los más importantes del Pirineo. Tiene un recorrido muy completo. También destaca Trigás". Las diferencias entre los barrancos de Guara y de Benasque son muy grandes. "El entorno y la morfología son muy diferentes. Los barrancos benasquinos se alimentan de los pantanos o del deshielo. Algunos son de carácter torrencial", indica.

Los materiales geológicos de los barrancos ribagorzanos son diversos. "Los de Barbaruens son calcáreos, los de Castejón alternan pizarras, conglomerado y arenisca. El de Literola tiene pizarras, Rinero, esquistos, y Eriste tiene es su zona alta granitos y la baja, calizas y esquistos".

El libro refleja todos los barrancos y dificultades variadas para su descenso. "Están todos los que hay y cada uno elige el barranco que quiere", afirma. El más técnico es el de Eriste, "tanto por volumen de agua como por envergadura. Es muy largo, tiene 5 kilómetros y pasos muy técnicos. También son difíciles las Gorgas Galantes, en Estós y la Aigüeta de la Val". La niña bonita de Rodríguez es Eriste, "por por su variedad, su dificultad y su entorno". Para la iniciación recomienda Barbaruens. "Es la estrella por su dificultad baja y media. Es excepcional por paisaje y por recorrido. Además es muy divertido", concluye.