La SD Huesca logró su primer triunfo (0-2) del año ante el Córdoba, en un encuentro marcado por la encrespada afición del Arcángel que pidió la dimisión del máximo accionista, Carlos González.

Con ese ambiente enrarecido y de crispación, el Huesca tomó los mandos del partido y tuvo dos buenas llegadas en el primer cuarto de hora. Primero con un lanzamiento lejano de Melero que repelió Kieszek y Héctor Rodas despejó a córner el rechazo cuando Borja Lázaro se aprestaba a marcar. Cinco minutos después fue Samu Sáiz el que puso a prueba al meta polaco que detuvo con más seguridad.

Al Córdoba le costaba tener el balón y aún más dar dos pases seguidos, por lo que sufría entre la aparición de nuevos cánticos en contra del consejo de administración. Hubo que esperar a que se superase la media hora de juego para ver su primer disparo a puerta, aunque Herrera paró con seguridad ante Juli.

A partir de esas acciones las oportunidades se desencadenaron. Primero respondió el Huesca, otra vez con Samu Sáiz, que perdonó a puerta vacía rematando alto. A cinco del descanso el Córdoba tendría dos consecutivas, primero en las botas de Antoñito y luego de Caballero, que solos antes el meta oscense no fueron capaces de marcar.

Con todo se llegó al descanso con el 0-0 inicial y tras el paso por vestuarios el Córdoba salió decidido a buscar el triunfo y pudo marcar a los cinco minutos de la reanudación en una buena jugada personal de Piovaccari.

Sin embargo, poco después, un fallo en la entrega de Caballero permitió a Samu plantarse delante de Kieszek, aunque por tercera vez perdonó el gol. No sería la última, ya que el madrileño volvió a fallar otra clara ocasión a renglón seguido cuando el Córdoba jugaba con diez. En el minuto. 67, Pérez Pallás expulsó a Aguza, acción que marcaría el partido porque los blanquiverdes empezaron a sufrir la inferioridad.

A catorce del final, el Huesca marcaba. Fue tras una rápida contra en la que otra vez Samu Sáiz se plantó solo ante Kieszek, pero esta vez asistió a Vadillo que marcó a puerta vacía. El sevillano también hizo el segundo a cinco de la conclusión cuando un Córdoba roto buscaba a la desesperada el gol del empate.