Más largo, más duro y más alto. Ese es el lema de las ultra trails, carreras por montaña que se han puesto de moda en el territorio español. Aragón cuenta con algunas de las más conocidas. Ya se celebraron la Ultra Trail Sobrarbe en Gistaín y la que se disputa en Benasque alrededor de los macizos del Aneto y Posets con más de dos mil participantes. El fin de semana que viene se celebra la Canfranc-Canfranc, que muchos consideran la más exigente del calendario nacional.

Todas ellas transitan por rutas de alta montaña ascendiendo a collados de más de 2.000 metros. Pero hasta ahora en ninguna del circuito regional o nacional se había subido una montaña de tres mil metros. Hasta que llegó la I Ultra Trail Valle de Tena. Esta competición, que se celebró el sábado pasado, subió en su carrera larga de 78 kilómetros el Garmo Negro, la cima de 3.051 metros que junto a las Argualas y los Infiernos culmina la cubeta del Balneario de Panticosa.

La idea de hacer una gran carrera por montaña en el Valle de Tena surgió gracias a dos populares especialistas como son Óscar Pérez, ganador del Tour des Geants y Jesús Sánchez, el conocido corredor de Sabiñánigo. Querían darle un toque muy especial a la nueva prueba y hacerla diferente al resto. "Nunca fuimos la más dura, ni la más larga... No seremos el límite, el sufrimiento o el extremo. Pero queríamos recuperar la máxima expresión del Pirineo con la ascensión de un tresmil pirenaico y todo lo que conlleva", explica Óscar Pérez, que no se quiere comparar con otras pruebas aragonesas. "Queremos enseñar el Pirineo sin necesidad de meter dos mil corredores porque con los 400 que han venido nos quedamos más que satisfechos y con una cifra que nos consolida", indica Óscar Pérez.

La prueba estuvo organizada por los ayuntamientos de Panticosa y de Sallent y la Asociación Turística Valle de Tena junto al apoyo de la Diputación Provincial y estaba incluida en la Challange Huesca la Magia de carreras por montaña. Contaba con un 8K de 78 kilómetros de longitud y 6.700 metros de desnivel y la 4K, una prueba corta de 47 kilómetros y 3.300 metros de desnivel positivo. En la prueba absoluta masculina se impuso Kiko Navarro con un tiempo de 13.52.39 a Sergio Luis Tejero y en mujeres Nerea Martínez con 17.50.14 a Aran Larrañaga. En la prueba de 4K los mejores fueron Sergio Cazcarro con 6.32.05 y Laura Sola con un tiempo de 7.03.14.

El resultado final ha sido un éxito compartido de dos amantes de las carreras por montaña como son Óscar Pérez y Jesús Sánchez. Ha sido el resultado de un trabajo conjunto que comenzó hace un año. "La idea surgió de Óscar Pérez, que quería hacer algo distinto a las ultra trails. Soy muy amigo de Óscar. Necesitaba a gente que conociera los caminos de la zona y que conociera los hilos organizativos. Me dijo que si quería formar parte y le dije que sí porque me gustaba la idea", dice Sánchez.

Voluntarios

La carrera ha contado con 120 voluntarios. "Son amigos, gente de los pueblos, asociaciones y guías de montaña. El día de la carrera Pérez y yo estábamos en el centro de control que estaba en las oficinas de Información y Turismo de Panticosa". A lo único que temían era al mal tiempo. "Si se hubiera desencadenado un tormemta, tendríamos que haber recurrido al circuito B. Hubo suerte puesto que tuvimos unas noches de luna llena estupendas". Lo bueno es que apenas hubo accidentes. "Tan solo tuvimos dos evacuados. Uno en helicóptero por una liponitima por un golpe de calor y otro por una lesión en la clavícula".

El punto clave era el ascenso al Garmo Negro. "Queríamos que esa zona, que era la más problemática, todo el mundo la pasara de día. Se ascendió tras 25 kilómetros de esfuerzo con el calor del mediodía". Todo el recorrido estaba marcado con banderines reflectantes y cintas amarillas y rojas. La prueba larga la terminaron 128 corredores y hubo 40 abandonos.