«Hacemos muchas cosas bien hasta el área contraria, pero ahí nos hace falta contundencia y finalización». Ese fue el análisis de Natxo González tras la derrota en Granada, al que añadió otra valoración global: «Hemos tenido muchas opciones de finalizar pero nos ha faltado el último pase. Tenemos mucha rabia porque hacemos muchísimas cosas bien pero no acabamos de rematar las jugadas». El Zaragoza cayó en Granada tras una primera parte donde no tuvo el balón y el rival le generó mucho peligro por sus desajustes atrás y una segunda en la que el enemigo le dio el esférico, pero el conjunto zaragocista mostró su incapacidad para generar peligro.
Sin embargo, la visión en el cuerpo técnico y en el club no es tan dura con el partido en Granada, aunque a priori no dominar las dos áreas, la propia y la contraria, es un defecto terrible que el Zaragoza ha manifestado varias veces este curso.
Para los técnicos zaragocistas al equipo le faltó el balón y capacidad en la presión en la primera parte, donde el Granada tuvo más la posesión y generó más peligro. En ese primer acto, el Zaragoza, que se dejó remontar el tanto inicial de Grippo, no defendió bien en la estrategia y sufrió en demasía, sobre todo con los laterales del conjunto granadino y con el delantero Adrián Ramos.
Mientras, tras el descanso, el Zaragoza se hizo con el control del duelo (el Granada también le cedió el balón), pero faltó contundencia y agresividad en la zona de tres cuartos, donde el equipo se plantó con facilidad pero fue incapaz de generar ocasiones de auténtico peligro, más allá de un remate de Febas que atrapó Varas. Sin embargo, se asegura que los pitos en el estadio reflejaron que el Granada sufrió.
En el club se afirma que el Zaragoza se presentó en Granada sin Borja ni Toquero y con Vinícius con molestias esa semana y además se recuerda que el rival es el segundo presupuesto de la categoría, con casi 18 millones de límite salarial por los 5,6 que tiene el club aragonés, atenuantes en todo caso de una derrota que volvió a traer un frenazo.
