Todo lo bueno que se prometía Fernando Alonso y Ferrari antes de empezar el Gran Premio de Abu Dabi, la última carrera del Mundial-2010, se ha convertido en desgracia en las primeras diez de las 55 vueltas de que constaba la carrera. Un accidente entre Schumacher y Luizzi ha hecho aparecer el coche de seguridad nada más arrancar la prueba y Alonso, que había perdido ya la tercera plaza en beneficio de un Jenson Button muy agresivo, se ha visto relegado a la cuarta plaza con el australiano Mark Webber en quinta posición.

Webber y Red Bull, comandado por Christian Horner, han sorprendido a Ferrari entrando a cambiar sus ruedas en la vuelta 12 y Ferrari ha querido imitarle cuatro vueltas después, cuando lo recomendable hubuiese sido, tal vez, mantenerse en pista hasta adquirir suficiente ventaja como para no perder, como así ha ocurrido, los puestos que han perdido los rojos, puesto que Alonso se ha incorporado a la pista ya muy retrasado, tanto que, pese a intentar con un monoplaza preparado más para defenderse que para atacar, no ha podido, ni siquiera, superar a pilotos como Petrov (Renault).

Vettel se ha convertido, con enorme facilidad, la misma con la que ha conseguido este año 10 pole positions y las mismas cinco victorias de Alonso, en ganador del último gran premio y ha confirmado que, pese a los muchos errores de estrategia que han cometido durante todo el año, Red Bull, que ya logró el título de constructores, el más importante, el más prestigioso, también ha ganado el de pilotos, haciendo un doblete histórico. El joven alemán, además, es, con 23 años y 134 días, el piloto más joven de la historia, superando a Hamilton, que lo fue con 23 años y 301. En la clasificacion final, Vettel sumó 256 puntos, por delante de Alonso (252), Webber (242) y Hamilton (240).

El orden de la carrera ha sido Vettel, Hamilton, Button, Rosberg, Kubica, Petrov y, a continuación, en los puestos séptimo y octavo, los dos grandes favoritos, Alonso (a 43.797 segundos) y Webber (a 44.243 segundos). De ahí que Vettel gritase dentro de su casco en la vuelta de honor a todo su equipo, llorando: "Gracias, chicos, gracias, os quiero mucho".