Sumaba seis poles positions, las tres últimas de forma consecutiva, pero el Circuito Gilles Villeneuve pareció, de repente, extraño para Lewis Hamilton. Fue aquí donde logró su primera pole, donde el año pasado igualó el récord histórico de Ayrton Senna, pero, por segunda vez en 12 participaciones desde el 2007, el chico de Stevenage, no arrancará desde la primera línea. Cometió muchos errores y fue superado por Max Verstappen, por su compañero Valtteri Bottas, y por Sebastian Vettel, el poleman, que arrancará en la mejor posición para intentar hacer buenas las mejoras en el motor Ferrari y buscar una victoria que acorte distancias con Hamilton en el Mundial. Será a partir de las 20.10 horas y sobre 70 vueltas.

«No estaba contento con el coche el viernes, teníamos problemas y no entré en ritmo. Hoy (por ayer) he podido activarme, el coche ha sido más rápido, cada vez más, creo que podría haber sacado incluso un poco más y solo tengo que agradecer el trabajo del equipo tras haber golpeado el muro el viernes», explicó Vettel, que estrena motor evolucionado, una mejora que no llegó para su compañero Kimi Raikkonen, y que los Mercedes montarán en la próxima carrera.

Ferrari y Mercedes pasaron a la Q-3 con un neumático algo más duro, evitando la goma más blanda, la más rápida en clasificación, pero que genera mucho grainning (granulado en el neumático) con los coches cargados de gasolina, lo que hipotecaría las primeras vueltas de carrera (el reglamento obliga a iniciar la carrera con el neumático con el que un piloto se clasifica para la Q-3). Red Bull, con menos margen en la clasificación, se vio obligado a pasar con ese compuesto que puede comprometer su primer relevo en carrera, aunque también es cierto que los coches de Adrian Newey tratan algo mejor las ruedas que su rivales de Mercedes y Ferrari. «Ese neumático sí nos puede dar un plus en la arrancada», amenaza Max Verstappen, que partirá tercero por la parte limpia con su habitual ambición.