El Real Zaragoza se quedó ayer con la miel en los labios en su estreno liguero en el estadio de La Romareda. Se puso por delante en el marcador con un golazo de cabeza de Pedro Sánchez en el minuto 40 y cuando parecía que iba a conseguir la victoria, De Las Cuevas marcó el definitivo 1-1 para Osasuna en el minuto 93. El Zaragoza hizo méritos para ganar y tuvo tan cerca el triunfo que fue una pena que no pudiera sumar los tres puntos ante una afición volcada y que estuvo en todo momento apoyando a los pupilos de Víctor Muñoz. El ambiente fue espectacular.

Pese a no ganar, el Real Zaragoza ofreció una buena imagen y tuvo especialmente controlada la situación en el segundo periodo. Fue siempre un equipo solidario y sus jugadores se vaciaron desde el primer minuto del partido. De nuevo se pudo comprobar que Víctor Muñoz ha formado un bloque muy bien trabajado defensivamente y en el que todo el mundo arrima el hombro a la hora de frenar al rival, pero, debido a esas paradojas que tiene el fútbol, un desajuste en la parte de atrás permitió hacer una pared a De Las Cuevas con Kodro dentro del área tras un saque de banda y de ese modo se produjo el tanto navarro.

Osasuna, con síntomas de estar más ensamblado en este inicio de Liga, tuvo un mayor control del juego durante el primer periodo del encuentro. Raoul Loé se hizo dueño de la situación en el centro del campo y el cuadro navarro, pese a no exhibir demasiada profundidad, gozó incluso de alguna oportunidad para adelantarse en el marcador. Javier Flaño, por ejemplo, envió un balón al larguero en el minuto 36. El Zaragoza se mantuvo entonces agazapado y tampoco concedió espacios al rival para que pudiera llegar con peligro a la portería defendida por Óscar Whalley. Los laterales además contaron en todo momento con la colaboración de Javi Álamo y Pedro para tapar las bandas. Whalley, pese al domino navarro, disfrutó de una primera parte bastante plácida.

MÁXIMA EFECTIVIDAD Y como el fútbol no consiste en crear sino en transformar, el Real Zaragoza solo necesitó una aparición en ataque para adelantarse en el marcador. Además lo hizo con un gran gol. El lateral José Manuel Fernández se fue al ataque y, tras comprobar que no le salía nadie al paso, sacó un buen centro desde la banda derecha que fue cabeceado de forma inapelable por Pedro a la red. El meta Riesgo nada pudo hacer por evitar el remate picado del jugador zaragocista. Una llegada, un gol. Máxima efectividad para un Zaragoza que en la segunda parte se hizo dueño del partido.

El tanto de Pedro y las ganas de los jugadores de Víctor Muñoz por seguir creciendo ofensivamente en el partido provocaron que el escenario fuera muy diferente tras el descanso al de la primera parte. Loé, el encargado de manejar el timón osasunista, se fue apagando y Galarreta y especialmente Dorca se hicieron con el control del centro del campo. Entonces, el Real Zaragoza pudo marcar el segundo gol, pero sus jugadores no acertaron en el último pase para haber llegado con mayor claridad a la portería de Riesgo. Víctor dio incluso entrada a Adán Pérez por David Muñoz para ganar más agresividad en ataque. Adán puso la intensidad de siempre y, aunque esta vez no pudo gozar de ninguna oportunidad para rematar con peligro, se asoció perfectamente con Borja Bastón a la hora de buscar huecos para meterle balones al delantero madrileño.

El Zaragoza tenía el partido controlado y no daba síntomas de bajar la guardia para que Osasuna pudiera inquietar a Óscar Whalley. Víctor Muñoz, por si acaso, reforzó el sistema de contención de la zona medular dando entrada a Carlos Diogo por un cansado Galarreta (m.86). A la jugada siguiente, Borja Bastón remató con peligro desde dentro del área y Riesgo tuvo que intervenir con acierto. En esos momentos nada hacía presagiar lo que vendría después. De las Cuevas iba a dejar con la miel en los labios a los locales en el minuto 93 al marcar después de hacer una pared dentro del área con Kodro. Era el definitivo 1-1. Fue una pena porque el conjunto zaragocista mereció ganar.