Toda una vida unido a Dominicos. Paco Torres lleva 46 de sus 52 años ligado al colegio de la Plaza de Francisco. Comenzó sus estudios a los seis años. Después inició su trayectoria como jugador de balonmano y como profesor de Primaria. A continuación comenzó su periplo como directivo. Fue presidente de Balonmano Dominicos 23 temporadas hasta que hace pocos días decidió pasar el testigo a Javier Hernández. "Es una persona idónea para el puesto. Tendrá que hacer un trabajo incansable", explica Torres.

Dice adiós una institución del deporte del colegio zaragozano. Pero abandona la nave para no irse. "Quieras que no esto se lleva en la sangre. Estando en el colegio es imposible que me desvincule del balonmano. Cristina, mi mujer, sí lo agradecerá. Se casó conmigo y con el balonmano". Toda su vida la llena el centro escolar zaragozano. Y además vive a un minuto del lugar donde trabaja. "Mi esposa también es profesora en Dominicos. Y Rebeca e Ignacio, mis hijos, se formaron en la cantera y son jugadores del colegio".

Torres prefiere dar paso a gente nueva tras muchos años trabajando de manera desinteresada para el equipo de sus amores. "Los seis años del equipo de Primera me han quemado mucho con tantas reuniones, buscando patrocinadores, haciendo presupuestos, montando viajes, hablando con los entrenadores y jugadores. Se necesita sangre nueva que se involucre en la junta directiva.", afirma.

Ahora seguirá siendo tan feliz como siempre dando clases en el vetusto colegio y siguiendo como aficionado los partidos del equipo blanquinegro. "Doy clases de Matemáticas, Francés y Lengua a niños de 11 y 12 años. Aquí hemos tenido buenos profesores y nos han enseñado muy bien. A las Matemáticas les he cogido gusto y he buscado que no le tengan miedo los niños", dice.

Normalidad

No cumple el estereotipo de presidente estirado, de traje y corbata. Siempre ha sido una persona normal, rocera y dicharachera. "La palabra presidente nunca ha existido. Siempre hemos sido una junta directiva que votamos todo. Nunca he puesto la presidencia por delante para conseguir algo".

De escolar jugó como portero y más tarde fue lateral derecho siendo diestro. Lo mejor fue su tercer puesto del Nacional cadete con el equipo de toda su vida. "Entonces solo se practicaba el balonmano en colegios. No había clubs deportivos", apunta. Después comenzó su labor directiva con una sección en crisis. "El balonmano tuvo un bajón en los noventa y cogí la sección con dos amigos como Pablo Aína y Chema Urraca. Empezamos con cuatro o cinco equipos, cogimos a cuatro o cinco padres para que estuvieran en la junta directiva como Félix Escobedo, Jesús Asín y José María Colom y se fue integrando gente", afirma.

Con Torres como presidente, Dominicos hoy es la gran referencia de Aragón. Tiene 22 equipos y es el dominador de los títulos regionales. "Ahora estamos abiertos a otras escuelas y eso nos obliga a mejorar, a tener más equipos y más completos. Cada vez se buscan más logros deportivos. Es un triunfo que lideran gente como Emilio Villaescusa, Javier Floría, Pedro Meler, Ángel Carrillo, Fran Martín, José Ángel Equiza y Chema Cester", dice este enamorado del balonmano.