El Córdoba, como cantarían los Héroes del Silencio, está entre dos tierras y, en cierto modo, su situación recuerda a la del Real Zaragoza. Desde que bajó de Primera División siempre se ha puesto las expectativas altas para llegar, como mínimo, a los puestos de promoción de ascenso. Cada temporada, la parroquia del Nuevo Arcángel acaba decepcionada y, mientras tanto, pasan las campañas y no se logra volver a la élite. Ni siquiera tener el sueño real de hacerlo, una situación que por la orilla del Ebro es conocida. Para este curso no hay un objetivo oficial, más allá de no pasar los apuros de la temporada pasada.

En el pasado curso, como el Real Zaragoza, empezó bien y de hecho llegó a estar en ascenso directo en la jornada 7 y en playoff en otras diez, pero al final de la primera vuelta comenzó su declive. Oltra fue destituido y Carrión, su técnico actual, cogió las riendas del equipo. Coqueteó con el descenso, tanto que casi se quema, pero un gran esprint final hizo que finalizara la Liga décimo.

Esta campaña ha arrancado con luces y sombras. La verticalidad del Cádiz provocó sus primeras dudas, solventadas con sobresaliente contra el Albacete en el Carlos Belmonte ya que los blanquiverdes ganaron 0-3. Ante el Real Zaragoza no se sabe qué versión del Córdoba se podrá ver, pero tiene mimbres para hacer mucho daño a cualquier equipo.

El conjunto andaluz ha acometido trece incorporaciones, las mismas que el Real Zaragoza salvando a los jugadores ascendidos desde el filial y ha rejuvenecido su plantilla con las salidas de Juli, Héctor Rodas o Pedro Ríos. Además, después de varias temporadas sin pagar traspasos por nadie, han llegado nombres de relumbrón como el exzaragocista Jaime Romero, por el que pagarón medio millón de euros al Osasuna, Jona Mejía (que costó unos 350.000 euros) o el joven central Josema (unos 300.000 euros pagados al Real Murcia). Junto a Javi Lara, Aguza y Edu Ramos, los tres centrocampistas, son la columna vertebral del equipo de Carrión. De hecho, para la parcela central han apostado por la continuidad y solo ha llegado Vallejo, procedente del Mallorca.

El equipo andaluz afronta otra temporada de ilusión e incertidumbre a partes iguales. Después de otra revolución y de acometer fuertes inversiones, la juventud debe coger experiencia y madurar en Segunda para lograr soñar, pero la experiencia de la temporada pasada no la deben olvidar para evitar sustos.