Matuzalem siguió ayer trabajando duro en Rotterdam bajo la supervisión de Dick van Toorn, el seguimiento de Michel Román y la mirada fraternal de uno de sus hermanos, que acudió a Holanda desde Italia para acompañarle en una recuperación que el Real Zaragoza sueña meteórica. El brasileño acudió el martes a la consulta del afamado fisioterapeuta con un microrrotura fibrilar en el sóleo de la pierna izquierda y con un diagnóstico de dos semanas de baja como mínimo para regresar a la actividad a un cien por cien, pero Van Toorn ha sembrado la esperanza de que el cerebro zaragocista esté en condiciones de jugar contra el Valladolid este mismo domingo.

Manolo Villanova le espera con los brazos abiertos pero las ideas muy claras y el lógico escepticismo de alguien que conoce el fútbol y las consecuencias de las lesiones como la palma de su mano. Ayer, en una entrevista concedida a Radio Zaragoza, el entrenador comentó que esperará a mañana para ver cómo se encuentra de verdad el centrocampista. "Forzaremos para ver su estado y si está al cien por cien no habrá problemas. Si existe alguna duda, no tenemos por qué arriesgar. Ya tenemos la triste experiencia de los minutos que actuó frente al Almería y que le costaron la lesión", explicó el preparador aragonés.

SEGURIDAD Villanova estima que Matuzalem le da al Real Zaragoza "seguridad y una mayor posesión del balón" y que le gustaría que estuviera a su disposición lo antes posible, pero subrayó que lucha por la permanencia no pasa en exclusiva por el brasileño, sino por "todo el equipo. Estoy convencido de que nos salvaremos porque la implicación de la plantilla es absoluta. Desde que llegué hace tres jornadas se ha jugado un buen partido contra el Atlético y otro excepcional frente al Villarreal. Ante el Almería sabíamos cómo iba a ser el juego, pero cometimos un grave despiste en su gol. Eso es algo que no nos puede volver a suceder".

Pablo Aimar deberá seguir esperando pese a estar recuperado totalmente de su operación de pubis. El mediapunta argentino habló ayer con el técnico y ambos llegaron a la conclusión de que no ha de precipitarse la reaparición. "Aimar, aunque está con una ganas tremendas de jugar, de participar, es muy inteligente. No está a tope y hemos decidido que es mejor aplazar su vuelta al equipo por lo menos una semana más", apuntó el técnico zaragozano, quien admitió que de todas sus experiencias en banquillo del Real Zaragoza, "ésta es la más difícil, sin duda".