Vinícius Araujo no ha logrado todavía ver puerta en el Zaragoza. Nueve partidos de Liga, cuatro de ellos de titular, y otros tres de Copa para acumular un total de 640 minutos de juego en partido oficial y la portería rival sin estrenar. No son números muy alentadores los del delantero brasileño y su nombre está más en el foco aún esta semana, con la casi segura baja de Borja Iglesias, con quien ha jugado como pareja de ataque en esos partidos en el once en Liga que lleva Vinícius. «La responsabilidad del gol es de todos, pero los delanteros siempre deben cobrar goles y sé que mi responsabilidad es grande, que esperan mucho de mí. Espero empezar un feliz año con gol para que salga ya el primero y después las cosas irán mejor», señaló ayer el ariete zaragocista.

Espera mucho de él Lalo Arantegui, el gran valedor de su llegada y al que ya llevó al Huesca. Sin embargo, la carrera del punta ha perdido brillo desde que salió de Brasil para fichar por el Valencia en enero del 2014 por 3,5 millones de dólares por el 50% del pase. En esa media temporada en Mestalla no vio puerta. Se marchó cedido al Standard de Lieja belga en la 14-15 (28 partidos, 3 goles), al Sport Recife de su país en la siguiente (15 encuentros, dos tantos) y al Huesca el curso pasado (22 choques, cuatro tantos). Vinícius, con contrato hasta junio con dos años más opcionales, necesita demostrar ya por qué era uno de los goleadores más prometedores de Brasil y hasta llegó a jugar en la sub-23.

Y eso empieza por ver puerta. «Estoy un poco triste, sí, por no haber marcado. Hice buenos partidos, estuve cerca de marcar, me anularon uno por fuera de juego (Cádiz) o contra la Cultural se me fue una por muy poco junto al palo. Sé que los delanteros necesitan marcar goles, por este club pasaron muy buenos, quiero marcar mi historia aquí y que todo empiece a cambiar con este año, para mí y para el equipo», aseveró Vinícius. Quizá por eso se quedó más de 20 minutos tras la sesión ensayando tiros a puerta. Primero con Febas y después solo, junto al segundo técnico.

Y es que sin Borja, las miradas se dirigen a él. Si Natxo mantiene el 4-4-2 jugará con Toquero en ataque. Si cambia el dibujo, Vinícius se moverá como única referencia arriba. Pero en todo caso la presencia del brasileño ante el Barça B es segura.

DE RUBIO PLATINO / Con tanto peso sobre sus espaldas y para cambiar su mal fario ante el marco rival el punta ha decidido transformar su look con un rubio casi platino en su pelo. «El color del pelo es para dar más suerte. Cuando cambias algo a veces cambia todo y espero tener un poco más de fortuna».

Queda por ver que esa fortuna no solo le acompañe a él sino también al equipo en un compromiso tan vital como el del sábado ante el Barça B en La Romareda, con el descenso a solo tres puntos y el puesto de Natxo en el banquillo con claras turbulencias: «Estamos trabajando fuerte y tengo la certeza de que vamos a hacer un año espectacular. Necesitamos el apoyo de la afición para meter al Zaragoza donde tiene que estar, en la parte de arriba. Sabemos que podemos dar más».