Son las diez de la mañana. La jornada es soleada y sopla un ligero viento. Los corredores están disputando los dos últimos kilómetros de la sexta edición de la Carrera Popular El Rincón. Llegan los tramos más duros del circuito. Tras hacer una travesía por el Canal Imperial hasta la Vía Ibérica, regresan y afrontan dos subidas antes de meta.

Encima del puente del Canal Imperial se ha quedado viendo la prueba un clásico del fondo aragonés. Es Amalio, que tiene 70 años y ha estado vinculado toda su vida al Zurita. Al veterano, que ha preferido no competir, le invade la nostalgia. Aunque reconoce que tiempos pasado fueron peores. Competía cuando a los participantes se les llamaba corredores y no runners, había premios en metálico a los ganadores y la inscripción de las pruebas era gratuita.

Amalio ve pasar a la serpiente de los 400 participantes de la prueba larga. Apenas conoce a nadie en un deporte que reconoce que se ha puesto de moda. «Alucino con la cantidad de mujeres que se entrenan todos los días por el tercer cinturón y la ribera del Ebro está llena todos los días de corredores. También me llama la atención que algunos vayan andando en los 12K y que paguen su inscripción sin ir preparados», explica Amalio con incredulidad.

Los tiempos han cambiado y los runners con la camiseta amarilla de la empresa El Rincón invadieron el Parque José Antonio Labordeta. Los aficionados de toda la vida no conocían quiénes fueron los tres primeros. Ganó Javier Acín, con 43.18 a Andrés Clavero y a Héctor Soria. En chicas ganó una clásica. Era Antolina Díaz, con 49.37, seguida de Begoña Etayo y Raquel Martínez.

Casi dos horas más tarde se celebró la carrera de 6 kilómetros. Miguel Allueva, un atleta que rebosa clase, dio una demostración de poderío. Acabó en 19.11, siendo segundo Abel Cervero y tercero Roberto Gracia. En mujeres la veterana Xandra Méndez venció acompañada pos su pareja con 23.58. Segunda fue María Pardo y tercera Fátima el Imán.

Los mayores calentaron el ambiente para las carreras de los más pequeños. A la una menos cuarto comenzó la carrera de los benjamines hasta los cadetes sobre un kilómetro. La salida estaba repleta de camisetas amarillas en el Paseo de San Sebastián. No eran de Scorpio o Cristo Rey, sino las que regalaba El Rincón a los participantes. Marcos tiene 12 años y estudia en La Romareda. «Ha sido una carrera muy divertida y quedé entre los 20 primeros. Me han dado una bolsa con un plátano, patatas fritas, agua y bizcochos. Me gusta más hacer deporte que estudiar», afirmaba. Para Julia era la primera carrera de su vida. «Me he cansado un poco y he quedado por la mitad. Voy al colegio Ana Mayayo y allí practico patinaje», explicaba.

La guinda de la mañana que contó con 1.500 fondistas fue la carrera de los niños de 4 y 5 años. Santiago Chivite, el director de la prueba, dio la salida. «Antes dque no toque el pito, no salgáis. Y al llegar os colgarán una medalla, os regalarán una bolsa y o recogerán vuestros padres», decía a los niños el incansable Chivite.