El exzaragocista y seleccionador de Bélgica, Roberto Martínez, recibió ayer el título de ciudadano de honor de Waterloo, localidad donde reside, en reconocimiento al buen resultado de los Diablos Rojos en el último Mundial. «El seleccionador ha sabido demostrar su inteligencia táctica, su sentido del juego y su gestión de las relaciones humanas», indicaron las autoridades comunales de Waterloo.