La caída en picado del Madrid tiene nombre y apellidos. Zinedinde Zidane aparece en el centro de la diana y se enfrenta a su primera gran crisis después de dos derrotas consecutivas. De todo ello se ha tomado buena nota en el club blanco, donde observan el gran bajón que ha dado buena parte de la plantilla y la nula reacción tres días después de la derrota ante el Girona. Tampoco han sentado bien las palabras de Ronaldo ensalzando a los jugadores que se han ido que, según el portugués «nos hacían más fuertes».

Después de dos meses y medio de competición, el Madrid ya ha ofrecido todas sus caras. La buena coincidió con los triunfos en las Supercopa de Europa y de España, en la que se venció con solvencia al Barcelona. Parecía como si el arranque del equipo se fuera a llevar por delante a todos sus rivales. Se hablaba de la mejor plantilla de Europa y, por supuesto, de un combinado mejorado respecto a la de la pasada campaña con los fichajes de jóvenes con presente y con una gran proyección.

«Tenemos los mejores jugadores del mundo, los mejores españoles y los mejores de nuestra cantera. Debemos estar orgullosos de tener esta plantilla»», le dijo Florentino a los socios del Madrid en la asamblea de socios del pasado 1 de octubre. Una afirmación que ahora se pone en duda nada menos que por un integrante de lujo del equipo. Cristiano Ronaldo ha rebatido las palabras de su presidente hasta el punto de recordar a los que no están, Pepe, Morata y James.

Para poner un poco más de picante, el astro portugués añadió que «no se puede decir que esta sea un plantilla peor, pero sí es menos experta». Todo un dardo a la línea de flotación del club, a Zidane, al que efectivamente el plan B no le acompaña esta temporada, y a los Vallejo, Theo, Ceballos, Borja Mayoral, que han llegado este curso junto con Achraf, que ha subido del Madrid.

Pero no todos los problemas del Madrid parten de una comparación con lo que había y lo que hay, entre otras cosas porque el que hace agua es el equipo A, que ante el Tottenham corrió casi 12 kilómetros menos que el equipo de Pochettino.