Zinedine Zidane exhibió una actitud victimista justo después de haberse negado a valorar la influencia del árbitro en la remontada del Barcelona ante el PSG el miércoles pasado. «No sé, la verdad es que el Madrid es único y cada vez que pasa algo aquí es porque es el Madrid, lo sabemos. Tenemos esto, sabemos que nosotros molestamos, pero es algo que no va a cambiar nunca», dijo ayer en contestación a una cuestión sobre si al equipo blanco se le juzga de forma distinta al Barcelona cuando hay polémicas arbitrales. «Si ganamos es porque estamos bien y las cosas las hacemos bien nosotros. No dependemos de nada ni nadie. Tenemos que pensar solo en nosotros, en nuestro juego, que podemos mejorar, claro. Nos acercamos al final y cada punto es importante», añadió el técnico blanco, que ante el Betis (20.45 h.) no podrá contar con el sancionado Bale ni los lesionados Pepe y Varane.

El francés piensa que la hazaña del cuadro azulgrana no va a significar que su rendimiento mejore en todos los frentes. «No es más peligroso ahora. Es el mismo equipo, no va a cambiar nada», aseguró Zidane, que no quiso cuantificar la parte de responsabilidad del colegiado alemán Deniz Aytekin en la goleada que dio al Barça el pase a los cuartos de la Champions. «No voy a decir porcentaje de nada. Lo que a mí me interesa es nuestro partido. No estoy aquí para hablar de lo que pasó el otro día», señaló el entrenador del Madrid, que insistió en que el conjunto blanco está igual de interesado en ganar la Liga que la Copa de Europa. Hace mucho tiempo que no ganamos la Liga, es una motivación tremenda. Lo que sí digo es que no podemos jugar de la misma manera cada tres días, siempre con la misma intensidad».

Zidane, por otro lado, recalcó que siempre que los tres de la BBC estén disponibles va a seguir empleando un 4-3-3, pese a que en Eibar quedó claro que con una línea de cuatro en el centro del campo el equipo juega mejor y deja menos espacios. «A lo mejor con un 4-4-2 tenemos más equilibrio, pero pienso que podemos jugar de muchas maneras y lo podemos hacer bien en todas. Lo importante es la actitud. Se puede meter a uno de los de arriba en la línea de cuatro, sí claro, pero si tengo a los tres juego con los tres arriba. Para mí son más eficaces en esta posición», insistió.

El Barcelona, pletórico de moral tras la remontada histórica ante el Paris Saint Germain, se encontrará en Riazor (16.15 h.) con la oposición del ‘efecto Mel’, al que se aferra el Deportivo para dar la campanada y bajar de la nube a los azulgranas. Luis Enrique confía en «la cordura y sapiencia» de sus jugadores en el retorno a la tierra. El Barça tendrá que mantener el liderato sin Neymar, con problemas musculares, ni Rafinha, con gastroenteritis.