El Zaragoza comenzó con una dura derrota su quinta andadura por Segunda División en un partido que dejó una colección de sombras en el equipo de Natxo González, que empezó bien y se diluyó en el Heliodoro, donde mostró errores defensivos y poca presencia en ataque, sobre todo en una zona de mediapunta en la que la aportación fue demasiado escasa. El gol llegó en un córner, en la estrategia, donde tan fuerte era el Reus del entrenador zaragocista y donde ha mostrado debilidades el equipo en pretemporada y las confirmó en el arranque de Liga ante un Tenerife que fue mejor y que es verdad que el curso pasado rozó el ascenso, pero hay que recordar que tiene aún varios fichajes en ataque por hacer (el canterano Brian fue titular arriba) y aun así fue muy superior en la segunda mitad.

Es obvio que el Zaragoza, muy remodelado y con mucha juventud en sus filas, necesita tiempo, pero no lo es menos que la imagen en el césped irregular del Heliodoro fue demasiado floja en un partido donde el equipo no solo notó la baja de Ángel, sino las dudas que transmiten los defensas, sobre todo Valentín, unas interrogantes que exigen a gritos la llegada de un central más en este mercado de verano, donde también debe arribar un futbolista para reforzar un ataque donde apenas hay señales de vida más allá de la presencia inquietante de Borja Iglesias, aunque el ariete gallego apareció también menos de lo esperado.

Con Alberto Benito en el carril zurdo por la baja de Ángel y con la entrada de un Delmás muy cumplidor en el derecho arrancó el Zaragoza en el Heliodoro. Y lo hizo con buena pinta en los primeros minutos, con Febas activo en la mediapunta, siendo un imán para las patadas de los rivales, y con dos ocasiones de Borja Iglesias. La primera, un disparo desviado y la segunda, la más clara, tras un reverso ante Sáenz después de un robo de Febas. Asustaba entonces el Zaragoza, que mandaba en el partido, pero que no tardó en perder fuelle ante un Tenerife que se hizo con el control del balón y del choque.

Comenzó a lucir Juan Carlos, que exigió en una falta a Ratón, y a mostrar las costuras la zaga zaragocista, donde Delmás mostraba descaro, pero Valentín y Grippo no enseñaban una adecuada compenetración mientras que a Benito le exigía más de la cuenta Suso Santana. Así, el Zaragoza, ya con la medular perdida, comenzó a sufrir en el primer acto. No tanto por las ocasiones de peligro, sino porque cada vez bajaba más sus prestaciones para que el Tenerife fuera ganando posiciones, mientras Eguaras aparecía poco y mucho menos lo hacían Pombo y Buff, casi inexistente este último. La presión del Zaragoza, además, comenzó a alejarse del área rival para defender más cerca de Ratón y que el equipo de Natxo González pasara por su momento de más sombras en el primer acto.

Un córner de Jorge Sáenz con despiste de Grippo volvió a amenazar a Ratón, que salvó el gol ante Brian después de un gran pase de Juan Carlos y de que Valentín y Grippo miraran a otro lado. La intervención del meta fue decisiva para que el Zaragoza se fuera con tablas al intermedio.

CLARO BAJÓN

Las malas sensaciones aumentaron tras el descanso, de manera exponencial además. Natxo González trató de inyectar vida en la mediapunta pasando a Buff a la derecha y a Pombo a la izquierda, con nulo efecto, mientras que Suso empezó a ser una auténtica pesadilla para Alberto Benito. Un centro del capitán tinerfeño no tuvo rematador en Brian pero el Heliodoro mascaba el gol. Y el Zaragoza lo temía.

Llegó tras otra internada de Suso ante Benito. No fue córner, pero el árbitro lo pitó y el envío de Juan Carlos acabó en claro remate de Carlos Ruiz con Grippo despistado y Valentín, más que dormido, lo que en el central canario ya no es novedad en lo que va de verano.

Buscó profundidad Natxo González con Alain, de buena irrupción, y más presencia en el medio con Ros, pero no notó el Zaragoza demasiado los cambios, mientras se descomponía atrás para ser cada vez más vulnerable. Juan Carlos y Suso aumentaron las ocasiones locales y el balón ya era un enemigo para el Zaragoza, que solo inquietó con un remate de Buff, en su única aparición, tras un pase de Borja que Dani Hernández.

Entró en escena Toquero por Delmás y Natxo se la jugó con Alain de lateral zurdo. Tampoco funcionó y Suso o Nadjib pudieron aumentar al final la renta. Solo Javi Ros tuvo una tímida ocasión al final con un mal remate a centro de Toquero para traer el epílogo a un partido triste y a una justa derrota de un Zaragoza donde queda mucho por hacer para mejorar.