El banco quiere apuntalar una de sus grandes joyas, el grupo financiero (fondos de pensiones, fondos de inversión, seguros...), que le permitió afrontar la crisis con garantías. El saldo del grupo en el plan 2015-2017 fue de 6.200 millones de euros.

El primero de los objetivos de Ibercaja en el último plan estratégico, un mayor dinamismo comercial, se consiguió con el incremento de 4.700 millones de los recursos administrados de clientes. Ello supone un crecimiento del 9%, según explicó el consejero delegado de Ibercaja.

La entidad redujo sus activos improductivos en los tres últimos años en 1.600 millones de euros, es decir un 28%. El objetivo del nuevo plan es reducir los activos tóxicos a la mitad en el 2020. La morosidad de Ibercaja también ha descendido un 34% en el último trienio.

El banco ha reducido la plantilla un 12% en los últimos tres años y las oficinas en un 15%, lo que ha mejorado los niveles de eficiencia y productividad en un 15%. Tras ello, Ibercaja descarta aplicar nuevos ajustes laborales. De los 500 afectados por último ERE aún quedan la mitad por salir.

Ibercaja quiere crecer en Madrid, Cataluña y el arco mediterráneo en los próximos años. Además, tiene previsto desarrollar el negocio de banca digital a través de un modelo de gestión «moderno» y «rentable». Uno de los objetivos es alcanzar el milón de clientes digitales en el 2020.