Apoyándose en la buena evolución del mercado laboral en Estados Unidos y en sus perspectivas económicas, la Reserva Federal considera que «el argumento a favor de una subida de tipos de interés se ha reforzado durante los últimos meses». Lo que Yanet Yellen no hace es marcar todavía un calendario exacto para la subida, que sería solo la segunda en una década.

Se ha sugerido que la Reserva Federal debería elevar su meta de inflación desde el 2% actual. También, que podría abandonar su doble mandato basado en objetivos de empleo e inflación y pasar a moverse con una meta de crecimiento económico. Sin embargo, Yanet Yellen ha dicho que aunque son medidas que se «están estudiando», la Fed «no está considerándolas activamente».

Los tipos de interés más bajos apuntan a ser la nueva norma a partir de ahora. Yellen asegura que aún así sigue habiendo margen de maniobra en la política monetaria para responder a potenciales crisis. En este sentido, también ha sugerido que no solo se mantendrán herramientas extraordinarias que se emplearon ante la gran recesión como la compra de activos, sino que podrían ampliarse.