Aunque BSH España no facilita sus cifras de facturación desde que, en el 2014, se convirtió al 100% en propiedad de Bosch, su consejero delegado, José Longás, desveló ayer que los números del año pasado "no fueron malos". "Fue un buen año, crecimos en ventas y los resultados fueron razonables después de años muy malos", resumió. Antes del acto de presentación del libro que recoge la historia de Balay, Longás destacó que "estamos haciendo inversiones, y eso es porque confiamos en que el futuro no va a ser malo", argumentó. "A mediados del 2014 empezamos a ver cierta recuperación en el mercado que se mantiene, aunque es suave. No estamos en los niveles que tenía el sector en el 2007 ni volveremos a estarlo nunca, porque aquello era fruto de una burbuja artificial. Pero estamos satisfechos, no nos podemos quejar", concluyó.