La consolidación del sistema financiero español ha supuesto el cierre de un gran número de oficinas bancarias, pero esta dinámica no ha evitado que el efectivo se mantenga como primer sistema de pago en España por delante de los sistemas alternativos. Desde el 2008, el número de oficinas de entidades de depósito ha disminuido en 17.873, según pone de manifiesto el Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España que se dio a conocer ayer. Destaca que el proceso puede ser atribuido a la necesidad de ajustar la capacidad y reducir los costes tras la fuerte expansión experimentada en años anteriores a la crisis.

En Aragón, el proceso de ajuste desde el 2008 a supuesto la eliminación de 723 sucursales, el 40,2% del total. Otro de los datos que arroja el informe señala que un total de 413 municipios de Aragón no tiene ningún establecimiento financiero, lo que supone que un 4,3% de la población (alrededor de 57.000 personas) se encuentra en una situación de exclusión financiera. El 10,3% de la población de la provincia de Teruel no tiene acceso a la banca allá donde vive, un porcentaje que se reduce al 9,9% en el caso de Huesca y al 2,2% en Zaragoza .

El mismo fenómeno de cierre de oficinas bancarias se ha producido en los países de la eurozona aunque en menor magnitud. A pesar del elevado número de sucursales cerradas, en el 2017, España aún era uno de los países con mayor número de sucursales por habitante, aunque la diferencia con otros países miembros se ha reducido. Además, a finales del pasado año, 4.109 municipios carecían de oficina, y la exclusión financiera afectaba al 2,7% de la población española.

MENOS ENTIDADES

Entre el 2008 y el 2017, el número de entidades bancarias en España disminuyó un 28% y las oficinas bancarias han reducido su número en un 39%. En el año 2017 la reducción de sucursales operativas fue de 937, incluyendo sucursales de bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito. La variación más significativa se produjo en la primera parte del año, cuando se contabilizaron 833 oficinas menos. El número ha descendido de forma constante desde el 2008, aunque no todo han sido cierres sino que se han registrado algunas aperturas para reforzar la red en determinadas zonas geográficas. De esta forma, el número de oficinas operativas de entidades de depósito a finales de 2017 era de 27.706.

Cataluña ha sido la comunidad en las que el cierre de oficinas ha sido mayor. Entre el 2008 y el 2017, las entidades financieras han recortado su red de sucursales en un 50,70%, y han pasado de una red de 8.004 a 4.059 oficinas bancarias. Le siguieron Madrid, con 2.538 sucursales cerradas, Andalucía, con 2.550, y Comunidad Valenciana, con 2.295. Asimismo, el número de personas que no tienen acceso a un banco en la localidad en la que reside asciende a 240.892 personas, el 3,1% de la población.

Considera el regulador que internet ha facilitado las operaciones bancarias y evitado la exclusión financiera, pero recalca que el cierre de oficinas dificulta el acceso al efectivo al segmento de población que lo usa como medio de pago principal y único. Las entidades complementan la distribución de efectivo con cajeros automáticos desplazados y otras facilidades como oficinas móviles en zonas rurales. Como resultado de todo ello, se estima que la proporción de población española que no dispone de puntos cercanos de acceso al efectivo es del 1,96% del total.

PARA GASTOS DIARIOS

El dinero es aún el medio de pago más habitual en España. Según la última encuesta es el preferido por el 53% de la población, seguido por la tarjeta de débito con un 41%. Los datos son compatibles con un reciente estudio del Banco Central Europeo. Ambos análisis contradicen la idea de que el efectivo esté siendo sustituido de manera creciente por los medios de pago alternativos y muestra que los consumidores emplean el efectivo de forma generalizada para el pago de sus gastos diarios y como depósito de valor.

También los datos publicados por el Banco de España relativos al número e importe en euros de las retiradas de efectivo en cajeros automáticos indican que el número se ha mantenido estable, mientras que su importe agregado ha aumentado en los últimos años.