American Airlines evitó ayer la bancarrota al llegar a un acuerdo con los auxiliares de vuelo para una reducción global de sus salarios y beneficios por 340 millones de dólares. El compromiso ratificado ayer, que se suma a los aprobados el martes por los pilotos, mecánicos y otros grupos de la plantilla, permitirá a la empresa alcanzar su objetivo de ahorrar 1.800 millones de dólares anuales. Asimismo, evita que la compañía tenga que buscar el amparo de los tribunales frente a los acreedores.

American Airlines, una de las mayores aerolíneas del mundo, accedió el pasado martes a prolongar un día más el plazo de votación de los auxiliares de vuelo para que se pronunciaran sobre las concesiones pactadas. El presidente de la compañía, Don Carty, señaló entonces que si todos los colectivos no aceptaban las reducciones previstas, "no tendremos otra alternativa que declararnos de inmediato en bancarrota". Los auxiliares de vuelo rechazaron el pasado martes, por un estrecho margen, los recortes planteados, pero el sindicato solicitó que se ampliase el plazo de votaciones un día más para resolver algunas dificultades del proceso, lo que fue aceptado por la compañía y por los demás sindicatos.

El colectivo de pilotos, que agrupa a 13.500 profesionales en esta aerolínea, ratificó con el 69% de los votos a favor un acuerdo para rebajar en 660 millones de dólares sus salarios y beneficios. También el Sindicato de Trabajadores del Transporte, que representa al colectivo de mecánicos entre otros 34.500 afiliados, aprobó con el 53% de sufragios favorables los recortes de 620 millones de dólares en sus compensaciones salariales. Agentes de ventas, representantes y personal dedicado a labores de gestión, entre otros, se han comprometido además a rebajar en 180 millones sus beneficios.

Carty expresó ayer su gratitud a todos los empleados por aceptar los recortes anuales propuestos y subrayó que el proceso "no tenía precedentes en la historia de las aerolíneas". No obstante, advirtió que, incluso con estos acuerdos, la situación financiera de la empresa sigue siendo débil y las perspectivas se mantienen inciertas, por lo que la aerolínea no está aún fuera de peligro. "Dado el escenario financiero y de negocio adverso en que nos hallamos y los riesgos inherentes, el éxito de nuestros esfuerzos no está asegurado", recalcó en un comunicado.