La asociación de usuarios de bancos y cajas Adicae saldrá la próxima semana a las calles en toda España para informar y concienciar a los consumidores de la importancia de defender sus derechos en la contratación de algunos suministros, con el objetivo de que "se formen y tomen conciencia de los abusos en estos mercados". Según esta organización, en el 2006, entre electricidad, gas y telecomunicaciones, cada hogar español gastaba 1.633 euros, mientras que a finales del 2013 este gasto se elevaba a 1.953 euros, un aumento del 20% en términos absolutos que, según Adicae, "implica un sobreesfuerzo en algunos casos insostenible para muchas familias".

Las protestas se llevarán a cabo en 17 ciudades españolas, donde se instalarán estands informativos en los que facilitará a todos los ciudadanos la revisión de sus facturas de electricidad, gas y telefonía, y se darán consejos para minimizar estos gastos. En el caso de Zaragoza, las movilizaciones tendrán lugar el día 21, martes, en la calle Alfonso (esquina con el Coso), de 11.00 a 13.00 horas y de 17.00 a 19.00. Al día siguiente, el miércoles, será en el paseo Constitución, de 17.00 a 19.00 horas, y el viernes día 24, en Gran Vía, en el mismo horario.

27 EUROS MÁS AL MES Adicae explica que este aumento en el importe de las facturas en suministros "implica que, de media, cada familia en España tiene que destinar 163 euros mensuales para pagarlas, frente a los 136 que eran necesarios en el 2006". Son 27 euros más todos los meses que, en muchos casos, "se conjugan con una merma de ingresos consecuencia de la crisis económica que ha llevado a que los hogares españoles dispongan, de media, de un 10% menos de renta disponible desde el 2008", añade la asociación.

En este sentido, Adicae advierte además de cómo este incremento de la proporción del presupuesto familiar destinado a servicios básicos está generando situaciones de gravedad añadida, al recurrirse crecientemente a préstamos rápidos y mini créditos para pagar estos suministros y evitar así el corte del servicio. "Este tipo de endeudamiento es extremadamente perjudicial ya que estos contratos están plagados de cláusulas abusivas e incumplen sistemáticamente con sus obligaciones de informar claramente de sus condiciones antes de formalizar el contrato", señala.