La polémica por el abandono del transporte de vehículos de General Motors (GM) por la vía férrea de Teruel da un nuevo giro. Adif ha ofrecido a la compañía automovilística, por mediación de su operador logístico, volver a usar línea vía con un nuevo programa de viaje que haga compatible los trayectos de los largos trenes portacoches (de 550 metros) con los de pasajeros, que circulan a mayor velocidad.

El anuncio, avanzado por la prensa valenciana, fue confirmado ayer a este diario por el gestor ferroviario. Adif aclaró nuevamente que no ha sido el responsable de que GM dejara de utilizar esta ruta para transportar sus vehículos (Mokkas y Corsas) desde la planta de Figueruelas al Puerto de Valencia, que se encarga de su posterior exportación.

El problema, explicaron, no se ha debido a la longitud del tren de Renfe Mercancias contratado por el operador logístico de GM (Transfesa) para portar sus coches, sino a la velocidad que lo hicieron en los cinco viajes que se efectuaron entre abril y mayo. Transitaron a 80 kilómetros por hora cuando el surco (hueco de tráfico) solicitado al gestor ferroviario era para que fueran a 100. Esto provocó retrasos de hasta media hora en el tráfico de viajeros al circular a una velocidad menor de la prevista, lo que llevó a Adif a vetar estas operaciones.

INVERSIONES

Adif plantea ahora una nueva sincronización de viajes que permita que los convoyes portacoches vayan a 80 kilómetros por hora sin repercutir a los trenes de pasajeros, explicaron desde la empresa pública.

Este asunto ha provocado indignación tanto en Aragón como en la Comunidad Valenciana, que denuncian la demora de los compromisos del Ministerio de Fomento y Adif para realizar las inversiones que requiere esta línea ferroviaria para que puede ser explotada para el tráfico de mercancias y viajeros sin las limitaciones existentes.