El fabricante Airbus dejará de fabricar su avión gigante A-380 si no consigue contratos que le permitan mantener una cadencia de producción mínima de seis unidades al año. Ese objetivo pasa, sobre todo, por las negociaciones que mantiene con la compañía Emirates. «Si no conseguimos cerrar el acuerdo con Emirates, tendremos que poner fin al programa», señaló ayer el responsable comercial de Airbus, John Leahy, en la conferencia de prensa de presentación de los resultados del 2017.

El A-380 puede amenazar seriamente las cuentas el próximo año de la firma Airbus. El responsable ejecutivo de la compañía, Fabrice Brégier, reconoció que Emirates es «clave» para el futuro a medio plazo del A-380, del que no se vendió ninguna unidad el pasado año (de hecho se anularon dos).

El A-380 puede transportar más de 500 pasajeros en su configuración estándar y fue lanzado en el 2000 para responder a las perspectivas de saturación de los grandes aeropuertos mundiales, algo que se ha solucionado por la mejora de la eficiencia de las infraestructuras.