El nuevo líder de UGT Aragón, Daniel Alastuey, dejó bien claro ayer que no va a permitir que los movimientos sociales y las mareas surgidas a raíz de los recortes entren en el "terreno" de los sindicatos. Al menos fácilmente. "No vamos a aceptar jamás que alguien venga a decir que las centrales tenemos que dar un paso atrás en la defensa de los derechos de los trabajadores", subrayó Alastuey en su primera aparición pública. En este sentido, lamentó que hay ciertos movimientos "excluyentes" con los sindicatos: "Cada uno tiene su terreno y creo que hay suficiente espacio de convergencia como para que no nos demos empujones".

Con un discurso contundente y que constató la vehemencia de su carácter, Alastuey aún fue más allá y lanzó un aviso para navegantes: "Si quieren formar parte de nuestra fuerza de movilización los recibiremos con los brazos abiertos, pero si se ponen en el camino e intentan entorpecerlo, somos una maquinaria fuerte y vigorosa y no vamos a pecar de falsos progresismos". El nuevo secretario general incidió en que si las mareas quieren "entrar en su terreno" pueden hacerlo, pero, eso sí, "siempre que sea en concurrencia legítima". "Si lo que pretendéis es suplantarnos sin más no lo vamos a aceptar", reiteró.

Tras recordar que el Estado de Bienestar existe "gracias a la actividad sindical", Alastuey cuestionó la efectividad de los nuevos movimientos sociales al asegurar que "una fuerza sin control no sirve absolutamente de nada". El ugetista llegó incluso a decir que estos movimientos "pueden venir muy bien al poder". "Una fuerza sin que se pueda hablar con ella y sin que sea nada más que la expresión de una indignación no vale para nada".

155 VOTOS A FAVOR Alastuey realizó estas declaraciones en la clausura del sexto congreso regional, que lo erigió como nuevo líder de UGT Aragón con el apoyo del 65,95% de los votos de los delegados asistentes. En concreto, de los 235 votos emitidos, 155 fueron a favor, 78 en blanco y dos nulos.

El secretario general, que sustituye a Julián Lóriz tras nueve años en el cargo y que optaba al puesto con el consenso de todas las federaciones y uniones comarcales, agradeció el trabajo de la ejecutiva anterior, pero dejó claro que el sindicato va a abordar un proceso de renovación con cambios tanto en estrategias y propuestas como a nivel de organización interna. De hecho, nueve de los once miembros se estrenan en este órgano de dirección.

En este sentido, Alastuey apostó por abrir el sindicato a las empresas y hacer más visible la labor sindical. "Debemos dejar que los trabajadores aporten ideas a los delegados, porque así solucionaremos mejor los problemas", señaló tras ser elegido Alastuey, que destacó que la fuerza de los sindicatos "está en los centros de trabajo". "Para que ellos tengan más recursos, tendremos que limitar los de la comisión ejecutiva", aseveró. Esta, y con el propósito de reducir costes, es una de las razones que ha llevado a la nueva dirección a buscar a liberados para estar al frente de la organización.

Alastuey articuló sin leerlo un discurso firme y dinámico que provocó el aplauso de los delegados sindicales en varias ocasiones. "Mientras miles de trabajadores van al desempleo, el Gobierno autonómico se entretiene con la Ley de Lenguas", criticó el nuevo líder ugetista, que abogó por un gran pacto con los agentes sociales que permita crear empleo y "mejorar las oportunidades de los parados".