Daniel Alastuey seguirá siendo secretario general de UGT Aragón durante los próximos cuatro años. Su candidatura logró imponerse a la del presidente de la Unión de Consumidores de Aragón (UCA), José Ángel Oliván, que había anunciado su lista hace apenas dos días. En concreto, Alastuey recibió el apoyo de 143 delegados (el 59,8% del total), frente a los 90 votos que consiguió Oliván. En total, estaban llamados a las urnas 253 representantes y hubo seis sufragios en blanco.

La votación en la tarde de ayer de la gestión de la anterior ejecutiva --apoyada por el 55,7% de los delegados-- hacía indicar que la elección iba a estar algo más reñida, aunque, en esta ocasión, el resultado de los avales fue premonitorio: Alastuey había logrado por la tarde 140 apoyos para presentar su lista y Oliván 80. Las urnas se cerraron en torno a las 22.30 horas.

No obstante, y según varios delegados, el séptimo congreso regional será recordado como uno de los más intensos de la historia de la organización. De hecho, era la primera vez que se enfrentaban dos candidaturas oficiales. El nerviosismo, por tanto, fue una constante durante el cónclave, sobre todo a la hora del recuento de votos.

La nueva comisión ejecutiva celebrará su puesta de largo a las 12.00 horas de hoy en el World Trade Center, un acto al que asistirá el líder confederal, José María Álvarez, y el presidente de la DGA, Javier Lambán.

En el discurso que pronunció ayer por la mañana Alastuey, que eludió nombrar la candidatura de Oliván, apostó por seguir trabajando para que la organización siga siendo "un referente" y "la luz a la que pueden dirigirse los trabajadores de la región".

UGT dejó de ser el año pasado el primer sindicato de la comunidad por número de delegados (le adelantó CCOO), aunque sigue siendo la mayor organización sindical con 37.000 afiliados. En este sentido, Alastuey, que es secretario general desde mayo del 2013, aseguró ayer que la central "ha estado a la altura de las circunstancias". Oliván, sin embargo, considera que la anterior ejecutiva ha puesto el énfasis en los asuntos económicos "y no ha hecho tanto caso a la caída de la afiliación".

CAÍDA DE INGRESOS

Además de reducir su presencia en las empresas, UGT ha vivido una difícil situación interna en los últimos años. Su estructura se ha visto mermada por la caída de ingresos, que provienen principalmente de subvenciones, afiliación y servicios jurídicos. La plantilla pasó de 142 empleados en el 2010 a 69 del 2014 tras la aplicación de dos ERE (en el 2012 y el 2013). Actualmente cuenta con 60 trabajadores. Buena parte de su personal estaba ligado a la ejecución de programas sufragados por las Administración y muchos de ellos han desaparecido. Por todo ello, su prespuesto ha caído de los 10,5 millones del 2010 a los 3,6 del 2016. Para aligerar sus gastos, UGT Aragón ultima el traslado de la sede central a su centro de formación Arsenio Jimeno.

Oliván no acababa de ver con buenos ojos esta mudanza. El presidente de UCA, que apostaba por abrir más la organización a los afiliados, presentó una ejecutiva con 7 miembros, entre los que destacaban Ramón Legarre, presidente del comité de GM España, y Yolanda Casaus, exdiputada por Teruel.