Lucro del drama. Mientras Grecia se hundía en la miseria en el norte del continente Alemania ha obtenido beneficios de hasta 2.900 millones de euros gracias a los intereses exigidos por Berlín en las ayudas proporcionadas con el rescate al Estado heleno y la compra de sus bonos. Una clara imagen de la Europa de dos velocidades.

Hechos públicos gracias a una pregunta parlamentaria de los Verdes, los datos del gobierno federal alemán apuntan a que la ayuda económica prestada a Grecia por su rescate ha terminado beneficiando a las arcas alemanas y, por lo tanto, a sus ciudadanos. Los 2.900 millones de euros de ganancias obtenidos desde el año 2010 recayeron primero en el Bundesbank, el banco federal, para pasar más tarde a engordar el presupuesto general.

Aunque en los acuerdos sellados entre los estados miembro de la Eurozona y Grecia se especificaba que esos beneficios serían para Atenas si cumplía con las medidas de austeridad solicitadas por Berlín la realidad ha sido otra. Según la respuesta del gobierno alemán, solo en 2013 y 2014 esos beneficios se transfirieron a las arcas griegas y al Mecanismo de Estabilidad Europea.

Esos datos señalan que la compra de bonos del Estado griego bajo el programa SMP del Banco Central Europeo significó para Alemania unos beneficios de 3.400 millones de euros, de los cuales 527 y 387 millones se transfirieron a Grecia entre 2013 y 2014. Por otro lado, el banco público germánico KfW ganó 400 millones de euros con los intereses de un préstamo al gobierno helénico.

Las cifras llegan el mismo día en que los ministros de finanzas de la Eurozona se reúnen para abordar el último programa de ayuda a Grecia, de 86.000 millones de euros. "Es hora de que Grecia se aguante por sí misma”, ha asegurado el comisario de Finanzas de la Unión Europea (UE), Pierre Moscovici.

SE DESMONTA EL MITO

A pesar de producirse en medio de probablemente la peor crisis política vivida por la cancillera Angela Merkel, la publicación de esas cifras desmonta uno de los mitos más extendidos en Alemania, que el contribuyente alemán perdía dinero por culpa de los griegos. Esa falacia, desmontada con los más que suculentos beneficios obtenidos por Berlín, fue predicada por la derecha alemana, desde los conservadores de Merkel (CDU-CSU) a los liberales (FDP) y los ultranacionalistas xenófobos (AfD).

En esa dirección apuntaba hoy el diputado verde Sven-Christian Kindler. “No puede ser que el gobierno federal haya rehabilitado el presupuesto alemán con los miles de millones obtenidos en beneficio del rescate de Grecia”, ha señalado. Es por ello que ciertos sectores de la izquierda alemana pide un alivio de la deuda griega, una petición que Merkel y su antiguo ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, negaron durante los años más duros de la crisis, aupando el desprecio a una Grecia que hasta el 60% de los alemanes quisieron expulsar de la UE.

Alemania aún no parece tener en cuenta que en 1953, tras el destrozo de la Segunda Guerra Mundial, los griegos sí aceptaron perdonar el 50% de la pesada deuda alemana a la que tenía que hacer frente el canciller Konrad Adenauer.