Forestalia está buscando diferentes alternativas para materializar los más de 1.900 megavatios (MW) de potencia renovables que ganó en las tres subastas del Ministerio de Energía. La compañía pretende además instalar en Aragón la práctica totalidad de las instalaciones de generación eléctirca. En este contexto, el grupo ha alcanzado un reciente acuerdo con la también aragonesa Atalaya Generación para promover conjuntamente cuatro grandes parques eólicos y una macro planta solar fotovoltaica, todos ellos situados en municipios de la provincia Zaragoza.

Se trata de cinco proyectos que hasta ahora impulsaba Atalaya en solitario y que son considerados como maduros desde el punto de vista de su tramitación, de la que se encarga el Ministerio de Energía por ser cada uno de ellos de más de 50 MW, explicaron fuentes de ambas compañías.. En el caso de la instalación fotovoltaica, esta se ubicaría en San Mateo de Gállego y tendría 92 MW.

En función de cuando reciban su aprobación definitiva por parte de la Administración, pueden ser susceptibles de entrar en el porfolio de proyectos que Forestalia presentará al ministerio para cubrir la potencia asignada. El plazo para comunicar la ubicación definitiva de las instalaciones finaliza en febrero del 2018.

Al tramitarse en Madrid, sin embargo, estos proyectos no puedan beneficiarse de la declaración de interés autonómico que otorga la DGA a los que se desarrollen por la vía de las subastas renovables, lo que permite acortar a la mitad los plazos. Forestalia ya tiene priorizados bajo esta fórmula un total de 34 parques eólicos.

Atalaya Generación, que inició su actividad en el 2016, es propiedad de Miguel Ángel Franc Forcén y Pedro Machín Iturria, pioneros en la promoción de las energías renovables en Aragón y España desde los años 90. Ambos son además fundadores y exdirectivos de Forestalia.

En la alianza entre las dos empresas figura también, pero con un horizonte de ejecución más lejano, varios proyectos fotovoltaicos que Forestalia y Atalaya tienen en Fuentes de Ebro y que suman 240 MW. En este caso se trataría de compartir el uso y coste de infraestructuras como la subestación eléctrica y la línea de evacuación.