El consejo de administración de Alitalia admitió ayer oficialmente su insolvencia y solicitó al Gobierno que la compañía sea intervenida. El Ejecutivo presidido por Paolo Gentiloni ha nombrado a tres comisarios que deberán elaborar un plan que salve de la quiebra a la aerolínea y le ha concedido un préstamo de 600 millones.

La ley prevé que en seis meses los interventores intenten sanear la excompañía de bandera de Italia, actualmente controlada en un 49% por Etihad Airways, y que en caso de no conseguirlo, procedan a su liquidación. Esta podría traducirse en una venta de la industria por partes, desde los aparatos y las sociedades auxiliares hasta los eslots. Mientras tanto la compañía asegura los vuelos programados en los próximos seis meses, gracias a un crédito puente concedido por el Gobierno, que ya cuenta con un primer visto bueno informal de Bruselas.

PRÉSTAMO / El préstamo, que según dio a conocer el Gobierno, será de 600 millones, deberá ser concedido «en las condiciones de mercado», según Bruselas, lo que los analistas económicos consideran una condición un tanto dificil para una compañía al borde de la liquidación. El crédito será concedido por el Ministerio de Economía, con características parecidas a las otorgadas recientemente a otras dos industrias.

Gentiloni aseguró en una rueda de prensa que el objetivo del préstamo es «responder a las exigencias de continuidad y mantenimiento» de una aerolínea que calificó de «patrimonio», pero excluyó cualquier tipo de nacionalización. «La nacionalización de Alitalia ha estado excluida desde el primer momento y la rechazamos también ahora», señaló.

El Consejo de Ministros aprobó también una «administración extraordinaria» con tres comisarios para gestionar Alitalia durante un periodo de seis meses. Los nuevos comisarios son Luigi Gubitosi, exdirector de la televisión pública RAI, Enrico Laghi, excomisario de la siderúrgica ILVA, y el técnico Stefano Paleari, profesor universitario y experto en el sector del transporte aéreo.