Duro mazazo al carbón. La aprobación el martes por parte del Congreso de una moción que exige el cierre en el 2020 de todas las centrales térmicas que emitan más de 550 gramos de CO² por kilovatio ha provocado un aluvión de críticas en Aragón. La central térmica de Andorra, que supera esa cifra de emisión, está afectada por la medida -que elimina los pagos por capacidad- y las reacciones no se hicieron esperar, sobre todo por el apoyo del PSOE a la iniciativa impulsada por Podemos, a la que también se adhirió Ciudadanos.

El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, reiteró ayer el compromiso del PSOE aragonés con las centrales térmicas y la quema de carbón autóctono y reprochó al ministro de Energía, Álvaro Nadal, no haber elaborado el decreto que garantiza a las firmas recuperar las inversiones para su pervivencia. En esa línea, el diputado socialista en el Congreso por Zaragoza Óscar Galeano explicó que la postura de su partido va en consonancia con «las directivas europeas» pero afirmó que apoyan que el carbón «forme parte del mix energético nacional». Galeano también criticó a Nadal por «echar balones fuera». Por su parte, el diputado del PP en el Congreso por Teruel José Alberto Herrero lamentó el apoyo del PSOE y Ciudadanos a la iniciativa de la formación morada y advirtió de la necesidad de mantener «energías de respaldo».

El presidente del PAR, Arturo Aliaga, insistió en la competitividad del carbón turolense. Advirtió de que el cierre de la central supondría una afección «gravísima» para las comarcas que han sido «generosísimas cuando han mandado miles de megavatios para el desarrollo de España».

En un comunicado, el secretario de la minería estatal de UGT, Víctor Fernández, reprocha a Podemos y PSOE de enarbolar «la bandera del progresismo» mientras negocian a espaldas de los sindicatos un documento que supondría «la pérdida de miles de puestos de trabajo».

El presidente del comité de la central de Andorra, Hilario Mombiela, criticó al PSOE «por su incongruencia» y reconoció que Endesa no se ha pronunciado sobre las inversiones que habría que acometer en la central para mantenerla con vida. Para denunciar la situación, han convocado una acampada en Andorra desde el viernes hasta el domingo.