La compañía de comercio electrónico Amazon ha empezado adeclarar sus ingresos en España, el Reino Unido, Alemania e Italia, y lo hará próximamente en Francia, según ha confirmado el grupo estadounidense, con lo que pone fin con la práctica fiscal de no pagar los impuestos por sus actividad en los correspondientes países, lo que la había enfrentado a la Comisión Europea.

Desde el 1 de mayo el grupo contabiliza sus ventas en las filiales española, británica, alemana e italiana, y no desde Luxemburgo, como hacía hasta entonces. El grupo hará lo mismo cuando abra filial en Francia.

"Examinamos regularmente nuestras estructuras para asegurarnos que podemos servir a nuestros clientes lo mejor posible y proponer productos y servicios suplementarioas", asegura el grupo, que añade que el establecimiento de filiales locales en Europa comenzó "hace más de dos años".

PRÁCTICA FISCAL CUESTIONADA

Declarar sus ingresos país por país implica pagar los impuestos en estos países, cosa que no hacía la compañía, que incluía todos sus beneficios europeos en su sede de Luxemburgo, país con una fiscalidad ventajosa, lo que le permitía reducir la factura fiscal.

Estas prácticas de optimización son legales, pero cada vez más cuestionadas a nivel europeo. La Comisión ha puesto también en el punto de mira a otras compañías como Apple, Starbukcs y Fiat, que actúan de manera similar a Amazon.

Las presiones contra la evasión fiscal también se multiplican a nivel mundial, con ofensivas como las que han lanzado el G-20 y la OCDE.