Amazon quiere acabar con uno de los grandes miedos de la compra de ropa por internet: el de que no siente bien y no se pueda devolver. Tanto que ha decidido estrenar un servicio que permitirá a sus usuarios probarse la ropa, en sus casas, antes de pagarla. La firma sigue así acercándose al modelo de comercio tradicional, pero con todas las ventajas de la compra on line.

El servicio se llama Wardrobe (armario en inglés) y está actualmente el pruebas en algunas ciudades de Estados Unidos para los usuarios Premium de Amazon (cuota de menos de 20 euros al año). El funcionamiento del servicio es muy sencillo, y permitirá que los clientes tengan en su casa hasta 15 prendas de ropa, zapatos o complementos y que puedan elegir cuáles quedarse. Después, pagará por los que elija. Y si no le gusta ninguno, no pasa nada: se devuelven todos sin coste.

Amazon explica en su página web cómo funciona exactamente esta nueva apuesta. Gracias a este servicio de «probador», los usuarios Prime no tendrán que hacer ningún desembolso por adelantado y solo pagarán por la ropa que decidan quedarse. Los usuarios deberán elegir entre tres y 15 prendas de ropa, zapatos o complementos del catálogo de Amazon (un millón de artículos) y recibirán una caja en su domicilio.

Si se compran tres o cuatro prendas del envío, se les aplicará un 10% de descuento y si se quedan cinco o más, esta oferta se amplía al 20%.