La grave crisis del país y algunos errores del Gobierno han hecho que España pierda peso internacional en los últimos años. Algo que afecta particularmente a las multinacionales españolas por un lado y a los bancos por otro. Probablemente por ello, Ana Botín, presidenta del Santander, instó ayer al Ejecutivo a aprovechar la «solidez, tradición y dinamismo que tiene España» para recuperar protagonismo, particularmente en Europa y Latinoamérica.

«España tiene la oportunidad no solo de seguir contribuyendo con su buen hacer en el plano económico, sino también de aumentar su relevancia internacional y su aportación a los grandes retos regionales y globales», sostuvo durante la junta de accionistas del banco.

El presidente del BBVA, Francisco González, ya le envió un recado muy parecido al Ejecutivo hace unos días. Los grandes empresarios tienen la impresión de que el Gobierno puede hacer más para defender sus intereses en el exterior. A los bancos, en particular, les ha afectado la pérdida de un puesto en el comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), cargo que el Gobierno cuenta con recuperar el año que viene.

La ejecutiva, eso sí, alabó el crecimiento económico: empresas «más sanas financieramente y más competitivas» y familias «con mayor capacidad de consumo e inversión». El país, afirmó, va a crecer a tasas del 2,5% a pesar del «entorno exterior y presupuestario menos favorable».

MÁS REFORMAS / Pero como hacen siempre los empresarios, también reclamó al Gobierno más reformas. «Superada la complicada fase de ajuste de los últimos años, esa nueva etapa de proyección de futuro requiere una transformación, reformas ambiciosas, que serán vitales para que sigamos prosperando. Consolidar esta recuperación económica para que todos se beneficien es tarea de todos», mantuvo. Y al igual que han hecho otros banqueros, reclamó al Ejecutivo que la reforma de la ley hipotecaria que prepara respete la «seguridad jurídica y la transparencia».