El Santander ha decidido sacar a la venta la mayor parte de los 35.000 millones de euros en activos inmobiliarios del Popular. El banco anunció ayer, a través de su filial recientemente comprada, que ha iniciado el «proceso de búsqueda de socios para una cartera de activos adjudicados y créditos inmobiliarios morosos por un valor bruto en libros de 30.000 millones de euros, aproximadamente». Si cierra la operación, se quedará básicamente con las participaciones que tenía la entidad en varias inmobiliarias.

El banco presidido por Ana Botín trata así de soltar lastre cuanto antes del principal problema que llevó al Popular a principios de mes a la intervención de las autoridades europeas y su venta al Santander por un euro. La ampliación de capital de 7.000 millones que va a realizar en las próximas semanas le va a permitir hacer 7.200 millones en provisiones para activos inmobiliarios, lo que supondrá elevar las coberturas para pérdidas ligadas al ladrillo del Popular del 45% al 69%, por encima de la media del sector del 52%. Esa mayor cobertura le permite vender los activos con descuentos mayores a los que había podido proponer el Popular, lo que ha suscitado el interés de las firmas especialistas.