El 2016 está siendo un año excepcional para el sector turístico nacional. Los españoles, en general, están viajando más fuera este verano, y, además, están llegando a España más extranjeros que en otras temporadas. Y es que la situación política en destinos como Turquía o Egipto está provocando un alud de "turismo prestado".

Los casi 141 millones de pernoctaciones registradas en los seis primeros meses del año, se sitúan muy por encima de los valores máximos de los últimos 15 años, con todos los indicadores de demanda turística nacional y extranjera creciendo de manera notable. Pero es que los 4,6 millones de turistas perdidos por Turquía, Egipto y Túnez hasta mayo explican buena parte de las imprevistas oleadas de turistas que han venido a España.

De todas formas se trata de un "turismo prestado", en palabras de José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, "no es sostenible a largo plazo, ni es deseable", ya que se está empezando a generar problemas en la capacidad del país para absorber volúmenes tan grandes y de forma tan inmediata. Las zonas del litoral son los destinos que más se benefician del impulso. El aumento de la actividad está muy asociado a las oleadas de turistas extranjeros en la costa.