La Audiencia de Zaragoza ha anulado el término de un contrato que impedía a unos clientes de Bantierra reclamar la devolución de lo que habían pagado en relación a la cláusula suelo, en torno a 5.200 euros.

La cláusula de renuncia fue anulada ya en primera instancia, lo que llevó a la entidad bancaria a presentar un recurso sobre lo que se había pactado en el contrato pactado entre las partes, por el que los clientes renunciaban a ser indemnizados.

La sentencia de la Audiencia de Zaragoza condena a Bantierra a restituir 5.208,11 euros a los clientes por los intereses cobrados de más así como por la amortización pendiente de pago.

Los magistrados señalan que la renuncia a un derecho "sólo es eficaz cuando es clara, contundente, reflexiva y de buena fe, circunstancias que no concurren en el caso".

"Resulta inimaginable -subrayan- que una persona, en pleno uso de sus facultades, pueda renunciar a un derecho que claramente le corresponde sin recibir a cambio beneficio alguno, sino ha mediado reticencia alguna en la información de sus derechos, en cuyo caso no se ha procedido de buena fe por la parte contraria".