Annus horribilis en materia de siniestralidad laboral en Aragón. Sin duda, el dato más preocupante fue el fuerte incremento de los accidentes mortales en el puesto de trabajo, que casi se duplicaron respecto al 2014 pasando de 15 a 28 fallecidos. Los sindicatos reconocen que la explosión de Pirotecnia Zaragozana, en la que murieron seis empleados, ha desvirtuado las cifras, pero alertan de que más allá de su impacto la estadística sigue siendo "igual de alarmante". De hecho, advierten de que es casi la misma cifra que la registrada en el 2008 (30 fallecidos), cuando el número total de ocupados era mucho mayor.

Por eso, UGT Aragón exigió ayer a las empresas que inviertan en prevención y dejen de priorizar "la cuenta de resultados". "La cultura preventiva ha languidecido en los últimos años de crisis", denunció el secretario de Salud Laboral de UGT, José de las Morenas, durante la presentación del informe anual sobre siniestralidad.

Además de los 28 accidentes mortales registrados el año pasado en el puesto de trabajo, se produjo otro in itinere, por lo que la cifra total de fallecidos alcanzó los 29. En el 2014, tres personas murieron mientras se desplazaban a su lugar de trabajo.

La industria, con un incremento del 550% respecto al 2014, y el sector servicios concentraron la mayoría de las muertes, mientras que la construcción fue el único que no experimentó subidas (ver gráfico).

POR PROVINCIAS En total, la comunidad contabilizó el año pasado 14.113 accidentes con baja laboral, un 9,6% más que en el 2014. De ellos, 1.629 fueron in itinere. Teruel fue la única provincia donde bajó la siniestralidad, ya que Zaragoza anotó un alza del 14% y Huesca del 7%.

De las Morenas también destacó el incremento de las enfermedades profesionales, un 9,2% con respecto al año anterior, aunque lamentó que España sigue siendo el país europeo que menos declara. "En Aragón hay hasta fallecidos, como en el caso del amianto, pero no quedan registrados como tal", lamentó De las Morenas, que denunció que se produce una "infradeclaración" de este tipo de enfermedades, sobre todo en el ámbito psicosocial (estrés, mobbing,...).

Además, recordó que hay "un desvío muy grande" de afecciones laborales a la sanidad pública, cuando deberían ser las mutuas las que las gestionaran: "Al final se produce un gasto inadecuado de dinero público".

Así, entre las propuestas del sindicato, destacan la creación de unidades especializadas en salud laboral en los ambulatorios o dotar de más recursos al ISSLA y a la Inspección de Trabajo (en Aragón hay un inspector por cada 20.400 empleados y en Francia uno por cada 7.000).