El Gobierno de Aragón no tiene la intención de utilizar una "política de buitreo" ni lanzarse "a la rapiña" de las empresas que han anunciado su intención de salir de Cataluña y trasladar su sede social ante la incertidumbre generada en la comunidad vecina por la inestable situación política.

El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, ha asegurado hoy, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, que el ejecutivo "de ninguna manera" quiere aprovecharse de la inestabilidad generada tras la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre y la indefinición de las palabras del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que ha dejado en suspenso una declaración unilateral de independencia.

No obstante, ha insistido en que Aragón es "tierra de acogida" y, además, desde el punto de vista de las instituciones, las empresas tienen "todas las condiciones habidas y por haber" para instalarse en este territorio, pero no solo las catalanas, sino del resto de España e incluso del extranjero.

Hay muchas condiciones, como la situación geográfica o la disponibilidad de suelo, que hacen que Aragón sea un "territorio atractivo".

Por otro lado, Guillén ha instado a Puigdemont a que cese en la "ceremonia de la confusión" y aclare "con un 'sí' o un 'no'" si el pasado día 10 declaró o no la independencia de Cataluña, como le ha pedido el Gobierno de la nación como paso previo a la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española, que suspendería su autonomía.

El Gobierno de Aragón, ha añadido, "siempre" se posicionará con el de España "en defensa de la Constitución y del ordenamiento jurídico" y al lado de las "fuerzas constitucionalistas" que defiende los derechos de todos los ciudadanos españoles y de "una parte muy importante" de los catalanes.