Algo no cuadra en el campo aragonés. Los costes de producción de agricultores y ganaderos han subido un 46% de media en los últimos trece años, mientras que los precios que reciben por sus alimentos y animales no han dejado de caer en la mayoría de casos. Eso ha provocado que la renta agraria haya bajado en este periodo un 16%, dejando a miles de explotaciones en una situación tan "insostenible" que incluso muchas han tenido que echar el cierre. De hecho, esa es una de las causas principales que ha provocado el desplome de la cabaña de ovejas en la comunidad. En los últimos 16 años se ha reducido casi a la mitad, pasando de 2,6 millones de ovejas en el 2000 a menos de 1,5 millones en la actualidad.

Así lo denunció ayer en Zaragoza el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Aragón, José Manuel Roche, que ofreció una rueda de prensa para exigir unos precios "justos" en origen tanto en el ámbito agrícola como ganadero. "Ahora mismo, por ejemplo, por un cordero se paga entre 60 y 64 euros, cuando para que una explotación fuera rentable deberían recibir en torno a 90", subrayó Roche, que recordó que el número de cabezas de corderos ha caído un 26% en la comunidad desde el 2006.

Por todo ello, UPA ha relanzado su campaña Precios justos para nuestros productos con el objetivo de que los agricultores y ganaderos no sean "los únicos" que soportan los incrementos de los costes de producción. "Lo que pedimos es que el peso caiga sobre todos los eslabones de la cadena y no solo sobre uno", incidió.

REPARTO DE FRUTA

Una de las primeras acciones de esta campaña será la celebración de una jornada a finales de octubre en la que se repartirán melocotones, nectarinas y manzanas a la ciudadanía. Ese mismo día, la organización agraria aprovechará para entregar folletos informativos. "También pensamos poner mesas para concienciar a los consumidores y, si la administración no toma medidas, no descartamos la convocatoria de manifestaciones", apuntó Roche, que insistió en que los profesionales del campo "no quieren subvenciones, sino que se les pague de forma justa".

En este sentido, lamentó que la ley de la cadena alimentaria aprobada hace tres años no ha sido tan efectiva como se pensaba, ya que no ha logrado erradicar el problema. "Debería ser más estricta y dura porque se está haciendo caso omiso a muchas denuncias", comentó.

Para dejar claro que el problema de precios afecta a todos los sectores, Roche puso como ejemplo que el kilo de melocotón se pagaba el año pasado a 23 céntimos, cuando el coste de producirlo ronda los 30: "En el supermercado se vende a 1,50 euros, está claro que algo falla".